martes, 4 de mayo de 2010

¿POR QUE SE ACABA EL AMOR?

Porque se comete errores, como pensar que una vez que la relación ha adquirido cierta solidez o cierto tiempo, ya se es dueño de la otra persona, o viceversa.

Porque el hombre se aburre de la mujer cuando ésta comienza a volverse cantaletosa y la vida en el hogar se convierte en un infierno. Ahí ya se ha roto la comunicación.

Porque la mujer se aburre del hombre cuando éste la mira como el reemplazo de su madre, la niñera de sus hijos, la cocinera, la lavandera y el alma de llaves; y para completar la quiere dispuesta en la cama y entrando dinero al hogar igual que él.

Porque al conocerse se muestran falsos comportamientos, como tolerancias excesivas y verdades a medias.

Porque cuando hay problemas generalmente ninguno quiere dar el brazo a torcer.

Porque al principio de la relación nos preocupamos por mostrarnos bellos, interesantes y adecuados, escondiendo los aspectos no tan agradables de nosotros.

Porque a las parejas les da miedo desinhibirse en la intimidad, expresar lo que les gusta, por temor a lo que piense el otro; y prefieren cumplir fantasías sexuales con terceras personas.

Porque no se respetan los espacios, ni se respeta la individualidad profesional y personal del otro.

Porque las parejas se apegan y en su inseguridad sufren y hacen sufrir al otro con sus celos.

Porque se dejan de expresar las cosas que gustan del otro asumiendo que ya lo sabe.

Porque se cree que la otra persona viene a nuestra vida a hacernos felices y que todo será un jardín de rosas; cuando lo cierto es que en toda relación hay desavenencias y disgustos.

Porque se asume que la pareja tiene que actuar, sentir y pensar como el otro, robándoles su propia personalidad.

Porque uno le da poder al otro para dañarlo, cuando decide dejar que le afecten las decisiones, actos y palabras de ese ser que tanto ama.

Porque se tienen tantas carencias afectivas, que se cree que al llegar la media naranja, ésta las va a suplir; cuando la verdad es que cada uno tiene la responsabilidad de llenar su vida de amor.

Porque los seres humanos están convencidos que es normal que con los años las relaciones de pareja se deterioren, cuando es todo lo contrario; con el tiempo si se toman sabias acciones, el amor crece, y al hacer el amor, este se hace con más conciencia y plenitud.

Porque se daña la comunicación y cada vez que se expresa algo, es para ofender y hacer sentir culpable al otro.

La infidelidad es una de las mayores quejas entre hombres y mujeres; cuando se llega a este punto es porque la comunicación se dañó hace muuuuuucho rato.

Porque las parejas se vuelven irrespetuosas con las palabras y con los actos.

Porque las parejas se vuelven tan posesivas que retiran las amistades y hasta familiares del otro, para absorber de manera dañina.

Porque la pareja se convierte en una proveedora de bienes y servicios ante un techo y unos hijos y dejan en un segundo plano lo verdaderamente importante: “El amor que los unió”

Porque las parejas pierden sensualidad, al descubrir sus cuerpos desnudos en la cotidianidad, al hacer actos ordinarios y de mala educación, al dejar de coquetear como se hacía en el noviazgo.

Porque la mujer comienza a sentir apatía para hacer el amor, y el hombre se siente rechazado, y ninguno de los dos habla sobre el tema.

En algunos ocasiones la mujer comienza a sentir esta apatía porque físicamente esta inconforme con su cuerpo y no es capaz de expresárselo al hombre, o porque éste la incentiva tan poquito, y cuando él quiere la acción a ella la toma por sorpresa, haciéndola sentir como un objeto.

Porque se da rienda suelta a la cólera, y se dicen palabras que hieren, dejando una huella imborrable en el corazón del otro.

Porque la pareja asume que los problemas son síntomas de que la relación va mal, cuando las desavenencias son las mejores oportunidades para saber qué se puede mejorar, y volver la relación más fuerte.

Porque las parejas no expresan lo que les molesta y esperan que se llene la taza para reventar, ocasionando a veces hasta daños irreparables, como violencia verbal y violencia física.

Porque las parejas le invierten dinero a una casa, un carro, la ropa, pero rara vez invierte dinero a talleres de superación personal, talleres de pareja, visitar a un terapeuta; porque se creen capaces de arreglar el problema solo.

Es tiempo de recuperar el amor en la pareja, con detalles, con actos de honestidad, de respeto, solidaridad, comprensión y apoyo.

Porque las parejas se duermen en la pasividad, buscando afuera, cuando deben solucionar el problema adentro; ya que las relaciones se construyen con el dialogo, el respeto y la constancia.

Muchas parejas rompen su relación, cuando los problemas que tenían solamente eran de forma; y buscan nuevas parejas, para descubrir que la primera era mucho mejor. Por eso hay que intentar revivir el amor, el respeto y la confianza, antes que terminar en una separación.

Porque la mujer se descuida en su apariencia física creyendo que ya pescó a su hombre y que no necesita conquistarlo más, qué así la acepta.

Porque el hombre también se descuida en su apariencia física y presume que ello lo adora aún con esos kilos de más.

Conquistar es fácil, lo difícil es conservar la conquista, ahí esta el verdadero mérito.

Llegar a la vejez con una buena pareja, no es cuestión de elegir a alguien con quien nos agrade conversar. Es ser más observadores en las reacciones del otro y ponerle un poco de razón y otro poco de corazón a la etapa del enamoramiento, para que cuando este termine, quede el verdadero amor, el real.

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domingo, 2 de mayo de 2010

PODEMOS SUPERAR UNA RUPTURA

La separación de una pareja es uno de los sucesos más estresantes y difíciles de superar. Hoy quiero compartir algunas reflexiones que espero les ayuden a sanar las heridas del corazón para que puedan pasar la página en algún momento de la vida.

Mientras escribo, pienso que realmente la única medicina que puede calmar el dolor de una ruptura sentimental es el tiempo. En el momento cuando te encuentras en el ojo del huracán... afectado, no hay palabras ni comentarios positivos que puedan serenar tu ansiedad, mucho menos calmar tus emociones, especialmente si fuiste la persona a la que dejaron. Con el tiempo descubrirás que te sucedió por una buena razón... Pues todas las situaciones que vivimos encierran una enseñanza.

Pero no me gustaría que recuerdes, una vez más, todo lo que has vivido... ¡pues ya forma parte del pasado! Te sugiero que distraigas tu mente y que, por unos minutos, te desconectes de la preocupación, el miedo y la rabia que puedas sentir en este instante. ¡Este es el momento de sanar! Abre tu corazón y tu mente para que puedas dar los pasos necesarios para curar tus heridas y recuperar la serenidad y la claridad que te permitan continuar con tu vida. Vamos, yo sé que ha sido intenso y difícil, pero hagamos juntos una reflexión: tú también fuiste partícipe activo de la relación, tomaste decisiones importantes, asumiste responsabilidades con las que cumpliste, llegaste a ser independiente antes del compromiso o durante la relación... ¿Entonces, cómo puedes perder el manejo y el sentido de tu vida tan fácilmente? ¡Siempre puedes volver a comenzar! Eres una persona muy especial... Estoy seguro de que en algún lugar hay otra persona especial esperando el momento de encontrarse contigo para compartir la vida.

No pienses tanto. Deja de darle vueltas en tu cabeza a lo que pudiste hacer que ya no hiciste. Sólo vale la pena si aún estás a tiempo de evitar la separación, en cuyo caso es indispensable que tu pareja esté de acuerdo. No les permitas a tus pensamientos que te lleven a recordar los detalles tristes. Distrae tu mente.

Vive tu duelo. Es natural que te sientas herido y adolorido, en realidad acabas de experimentar una pérdida. Hacerte el fuerte y aparentar que no has sentido nada, pueden llevarte a guardar y reprimir emociones negativas que más tarde se devolverán contra ti. Te sugiero que las dejes salir.

Comparte con un amigo. Hablar con alguien interesado en nuestra historia puede ser terapéutico, pues nos ayuda a liberarnos un poco de la carga. Evita contarle a mucha gente acerca de tu situación para que el comentario negativo de ellos no aumente tu tensión.

No busques culpables. Mientras más insistas en sentirte culpable por lo que pasó, o en hacer culpable a tu pareja, lo único que lograrás será aumentar tu malestar. Piensa que en una relación de pareja ambos son parcialmente responsables de lo que se ha vivido.

No guardes esperanzas. Muchas veces, la razón por la cual el dolor te acompaña por tanto tiempo es porque, en el fondo de tu corazón, todavía conservas la esperanza de que esa persona reconsidere su decisión o revise su comportamiento y regrese. Es preferible soltar... si esa persona es para ti, regresará en otras condiciones.

No tengas miedo. Recupera la confianza en ti mismo. Reconoce tus capacidades y, al mismo tiempo, recuerda que dentro de ti se encuentran las herramientas necesarias para superar esa situación por más difícil que sea. ¡Tú puedes salir de ahí! Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esta situación? Y, con mucha suavidad, permítete aprenderlo.

Perdona. Aunque te parezca muy difícil de hacer... en el momento en
que te sientas más fortalecido, llénate del amor que sientes por algunos
de tus otros seres queridos y perdónale. Vamos, mereces ser libre para que puedas abrirte de nuevo a recibir los regalos y las oportunidades que La Divinidad tiene para ti.

No hay fórmulas mágicas que nos eviten afrontar el problema para poder superarlo. Estas son algunas de las muchas herramientas que pueden ayudarte a reunir la fortaleza, el valor, la fe y el ánimo para levantarte y comenzar de nuevo. ¡Adelante!

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martes, 20 de abril de 2010

VIVIR LA VIDA DEL OTRO

"Si has reconocido algunas de las señales que indican que el bienestar de la relación está en peligro, en lugar de ignorarlas, toma la iniciativa de conversar sobre la situación, para que ambos puedan expresar lo que sienten y lo que esperan"

'Un pequeño grillo cantor quería atravesar un lago y decidió aprender a nadar, pero se enamoró perdidamente de una bella rana. Al enterarse ésta de los planes de su novio, le dijo: 'No te preocupes, yo te puedo llevar'. A lo que el grillo repuso: 'es un viaje largo y no sé nadar'.

'No te preocupes, viajarás encima de mí y nada te pasará', replicó la rana. Y así comenzaron el largo viaje. Todo iba muy bien hasta que la rana vio que venía un gran pez. Presa del pánico se sumergió, dejando así a la deriva al pobre grillo, que como no sabía nadar, se ahogó en la mitad del lago".

Con frecuencia, al enamorarnos, nuestro estilo de vida cambia de manera insospechada. En la mayoría de los casos la pareja se convierte en el centro de nuestra atención, hasta el punto de que abandonamos nuestra identidad, dejando olvidados nuestros sueños, metas, intereses personales y hasta las relaciones familiares y sociales que manteníamos antes de iniciar la relación sentimental.

Esto nos puede parecer muy normal, pues sabemos que compartir nuestra vida en pareja implica ceder parte de nuestra individualidad para incluir a la otra persona, de manera que podamos experimentar el placer de la vida compartida. Pero es importante conservar parte de nuestra identidad y no renunciar completamente a ella, pues esto significaría perder totalmente la autonomía que nos hace falta para definir el rumbo y el sentido que le daremos a nuestra vida; además, un cierto grado de autonomía nos dará la fortaleza y la capacidad de establecer ciertos limites que cuiden de nuestra integridad, bienestar y derecho a la felicidad.

Hay personas que pagan un precio muy alto por permanecer al lado de la pareja y lograr un poco de su atención y cariño, cuando, en realidad, el maltrato no es sólo físico sino emocional y psicológico, sometiéndose a la humillación de suplicar por el amor y la compañía de la persona que las domina, renunciando, así, a sus propias expectativas de vida.

Al sentirse incapaces de expresar sus necesidades y sentimientos verdaderos, e inseguros de afrontar y tomar las riendas de su propia vida, deciden convertirse en alguien que no son, para tratar de complacer las necesidades y expectativas que de ellos tiene la pareja. El día en que el vacío, la tristeza, la nostalgia, la ira o la frustración se instalan en su corazón, se dan cuenta de que el amor se ha ido escapando. Es, entonces, cuando se preocupan y se lamentan del poco interés que demuestra la pareja, sintiéndose victimas del sacrificio que hicieron y del desamor.

¿Hasta dónde y hasta cuándo?

Si has reconocido algunas de las señales que indican que el bienestar de la relación está en peligro, en lugar de ignorarlas, toma la iniciativa de conversar sobre la situación, para que ambos puedan expresar lo que sienten y lo que esperan, asumiendo el riesgo que implica preguntar y recibir respuestas cuando de sentimientos se trata. La vida en pareja no debe ser una experiencia cargada de sufrimiento, sino una oportunidad de compartir el camino y las vivencias que los lleven a conseguir la plenitud. El amor, el respeto a la individualidad, la comunicación, la valoración, la intimidad, los detalles, las caricias, la fidelidad y el compromiso de mantener encendida la llama de la pasión, entre otros aspectos, harán que la convivencia tenga un profundo y especial significado.

"La clave para querer a otra persona, es quererte a ti mismo y darte el valor necesario para conservar la autonomía que te permita compartir la vida sin perderte de vista".

Prepárate. Renueva tus sueños, recupera tus amigos, ahorra, prepárate en algún arte u oficio para aportar al hogar y tener la autonomía necesaria en caso de perder el apoyo de tu pareja.

Ten un proyecto personal. Independientemente de los planes y las metas que tengan en común, interésate en tener un proyecto propio. Puede ser terminar los estudios que abandonaste, inscribirte en algún curso, practicar algún deporte o desarrollarte profesionalmente sin poner en riesgo el equilibrio familiar.

Pídele apoyo a tu pareja. Hagan el compromiso de apoyarse para cambiar esos hábitos y actitudes que tanto daño les han causado. Acuerden alguna seña que les recuerde sonreír, soltar, suavizar el carácter, ser amables o, simplemente, respirar y disfrutar el momento.

Crea espacios para conversar. Es muy importante hablar con frecuencia acerca de lo que sentimos y pensamos, sin juzgar o buscar culpables, más bien con la intención de limar las asperezas y superar las dificultades para acercarnos y satisfacernos más.

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jueves, 15 de abril de 2010

¿TE SIENTES MANEJADO POR TUS PADRES?

Hoy en dia hay muchas personas adultas que no pueden mantener una buena relación con sus padres a causa de la manipulación y de la dominación que estos ejercen sobre ellos como hijos.

He tenido la oportunidad de escuchar y leer muchos testimonios de personas sometidas a la voluntad de unos padres que utilizan un mecanismo equivocado para manipularlos de manera que permanezcan a su lado... aun cuando sus hijos ya son adultos y necesitan de su propio espacio.

Toda relación que se mantenga a través de la manipulación y la culpa, produce malestar y con el tiempo la persona que se siente obligada comienza a sentir frustración y resentimiento. Si te sientes un hijo manipulado, te sugiero que reflexiones un poco y analices con calma tu situación, para que puedas encontrar la razón real por la que te encuentras atrapado emocionalmente en esa relación, pudiendo encontrar juntos una solución.

Existen varias razones por las cuales un hijo adulto todavía se encuentra bajo la dominación emocional de un padre. La primera es porque mantiene una relación de dependencia emocional, esto significa que todavía está esperando a ser aprobado o reconocido por esa figura de autoridad, entonces complace y actúa de forma sumisa para obtenerla.

También puede suceder que la dependencia emocional, se deba a la manipulación que los padres ejercen sobre su hijo, haciéndolo sentir responsable del bienestar o de la felicidad de ellos. En este caso el hijo, termina viviendo para satisfacer las necesidades de los padres, aun cuando tenga que sacrificar sus propios sueños y estilo de vida. Lo interesante es que muchas veces el hijo que se comporta de esta forma responsable y hasta sumisa, tiene otros hermanos que no están dispuestos a compartir esta responsabilidad con él.

Estoy seguro que la mayoría de los padres que tienen una actitud dominante hacia sus hijos, están motivados por un amor sobreprotector que los cree incapaces de independizarse de ellos, sin enfrentar algún peligro.

Pero también existe un grupo pequeño de padres que no quieren dejar ir a sus hijos adultos para que formen una pareja o para que vayan a buscar su propia felicidad, debido a que los necesitan para acompañarse y tener a una persona que los ayude incondicionalmente. En muchos casos no es sencilla la solución...

Aprendamos a mantener una comunicación abierta, clara y respetuosa que nos permita expresar nuestras inquietudes y necesidades en un momento dado, sabiendo que seremos escuchados y que juntos analizaremos la situación para encontrar la mejor solución, aun cuando ésta los afecte emocionalmente. Los hijos no son tuyos para siempre, son un préstamo que te da la vida y que en algún momento tienes que dejar ir, confiando que ellos tienen los valores, las herramientas y las cualidades necesarias para afrontar la vida y ser ganadores de su felicidad. Yo sé que siempre veremos a nuestros hijos como si fueran niños pequeños... pero tal vez, ya los tuyos hayan crecido lo suficiente como para soltarlos un poco, mientras todavía estás a su lado para apoyarlos si te necesitan.

Cómo mantener una relación sana con tus padres

Refuerza tu autoestima. Reconoce y valora tus talentos y capacidades, no necesitas la aprobación y el reconocimiento constante por parte de tus padres si ya eres una persona adulta. Confía en que serás capaz de independizarte emocionalmente de ellos cuando llegue el momento de hacerlo.

Corta el cordón umbilical emocional. A veces eres tú el que se aferra a la relación con tus padres, aun cuando ya tienes una relación de pareja o una familia propia. Recuerda que ya es tiempo de soltar la dependencia emocional que te liga a ellos, para no poner en riesgo tu nueva relación. No permitas que ellos intervengan en tu nueva vida y respeta el lugar que tiene tu pareja.

Exprésate con claridad. Busca las mejores palabras y el momento adecuado para hablar con tus padres acerca de la afectación que te produce la relación que mantienes con ellos si este fuera el caso. Háblales de tu necesidad y de tus proyectos y explícales que el hecho de que te vayas de su lado no significa que los vayas a dejar de querer.

Comparte la responsabilidad del cuidado con tus hermanos. Si tienes varios hermanos, hagan una reunión familiar para pensar en el futuro de sus padres, decidan de qué manera podrán compartir las responsabilidades y el cuidado de ellos si lo necesitan en algún momento. Pide ayuda cuando sientas que no puedes cargar con la responsabilidad solo.

No te sientas culpable. Cada uno es responsable de vivir su propia vida, apóyalos generosamente tanto emocional como económicamente, pero hasta donde tú puedas. Cumple con los acuerdos establecidos de antemano y vive tu vida con tranquilidad. Evita que se involucren en tu vida privada, es importante que entiendan que tú tienes tu propia vida y responsabilidades.

Recuerda que si tú les pides ayuda a tus padres para que cuiden a tus hijos, te cocinen e inclusive te vas a vivir a la casa de ellos, no puedes molestarte si más tarde se meten en tu vida. Tal vez se han ganado el derecho de opinar para continuar apoyándote más allá.

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domingo, 11 de abril de 2010

LA CLAVE PARA UN AMOR DURADERO

Primer Acto: Me lastimaste.
Segundo Acto: Como tu me lastimaste, yo te lastimé.
Tercer Acto: tú me lastimas más porque te acabo de lastimar, entonces yo te lastimo aún más. Después tú me lastimas otra vez, y yo te lastimo de nuevo. Otra vez tú me lastimas porque yo te acabo de lastimar, y yo te lastimó todavía más, etc.

El punto: es fácil portarse frío, humillante e insensible con alguien quien te ha dicho o hecho algo que tú percibes como frío, humillante o insensible.
Pero ése es el punto. Eso es lo más fácil de hacer.

Normalmente la mayoría de la gente no es mala como especie. Simplemente somos débiles.

Se requiere de esfuerzo para poder hablar de forma valiente, consciente, tierna y abierta sobre el dolor que sentimos, antes de que todo nos caiga encima negativamente.
Sí, se requiere de esfuerzo para tomar la vía difícil y poder expresar tus debilidades y tus preocupaciones con sencillez y cariño. Pero este esfuerzo vale la pena. Porque el amor y la conexión son tus verdaderas fuentes de felicidad. No el dinero, ni los zapatos, ni los autos deportivos, y definitivamente tampoco la satisfacción de sentirte bien acerca de alguien o algo. Aunque sé que esta última a veces nos hace sentir que en realidad somos felices, pero al final sólo nos trae más miseria que gloria.

La próxima vez que alguien a quien tú estimas te haga algo malo, haz un esfuerzo, sé valiente y mata a ese monstruo mientras que aún es pequeño.

Con esto en mente, aquí te doy algunas sugerencias de comunicación para que las recuerdes siempre:

1. Escoge el momento y el lugar adecuado.

¿Tienes por lo menos 30 minutos de tiempo sin interrupciones? ¿Estás en un lugar en donde tu pareja siente que él o ella puede hablar abiertamente y sin prejuicios? ¿Acaso estás en un restaurante ruidoso, en donde es difícil escuchar y necesitas gritar, incluso antes de que tu pareja te motive a hacerlo? Normalmente el mejor lugar para hablar es tu propia casa, a solas, en donde pueden sentarse y verse uno al otro, y a los ojos. Muchos psicólogos sugieren tomes de la mano a tu pareja mientras hablan. Esto ayuda a mantener una conexión cálida durante los momentos más difíciles de la conversación.

2. Antes de comenzar una conversación difícil, deja en claro con tu pareja que tu objetivo es sólo mejorar la relación.

Admite que reconoces que hablar de temas difíciles puede resultar incómodo, pero que prefieres tener una conversación difícil ahora, a tener una relación menos íntima, decadente y poco sincera después. Recuérdale a tu pareja cuánto lo/la valoras. Halaga algunas de sus cualidades que aprecies. En general, debes de estar 100% seguro/a de que tu pareja entienda completamente tu objetivo, y que crea que hablando incrementarán su amor, sin lastimarse, y antes de comenzar con la discusión.

3. Si estás disgustado/a con tu pareja por algo en específico, trata de no generalizarlo al decir “Siempre haces esto. Siempre haces aquello”.

Generalizar simplemente intensificará el estado emocional de tu pareja, pues es mucho más vago y poco creíble. Seamos honestos. Un “siempre” es en realidad algo muy poco probable. Los psicólogos están de acuerdo en limitar la plática al evento específico y reciente que los está molestando. Pues hacer ofensas sobre situaciones pasadas es evidencia inadmisible.

4. Sé consciente y trata de empezar la mayoría de tus frases con “Yo”.

Del mismo modo, trata de no empezar las frases con “Tú”.
La meta: sé dueño/a de tus sentimientos. No deshonres a tu pareja. Por ejemplo, trata de decir algo como: “Siento que ayer me estabas ignorando, y esto me ha dolido. Realmente necesitaba tu cariño después de que mi propuesta fue rechazada en la oficina”, en lugar de: “Eres frío/a, desalmado/a, y nunca me ofreces ni un poco de apoyo”.

5. Crea un beneficio obvio para hablar.

Planea algo para que tú y tu pareja quieran hablar de nuevo. En otras palabras, asegúrate de terminar la conversación enlistando conscientemente todas las cosas positivas que han aprendido gracias a la plática. Haz una lista específica de todas las nuevas acciones que ambos intentarán llevar a cabo para mantener la relación tan fuerte y cariñosa como sea posible.
¡Ah...y aquí es cuando la maravillosa recompensa de “sexo de reconciliación” debe de entrar! De esta forma, al terminar con una nota “positiva y gratificante”, la próxima vez que surja una conversación difícil asociarás esto con hablar de cosas positivas como: ¡“Hacer el amor, y no la guerra”!

Karen Salmansohn es consejera de vida y autora de 27 libros famosos, incluyendo los éxitos: “Basta”, “Maldita sea” y “Hasta Dios es soltero (Así que ya no molesten)”.

Notas para recordar:
El no comunicarse es una solución fácil (pero no inteligente) para salir del problema. Admite que algunos aspectos del amor son difíciles.

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miércoles, 7 de abril de 2010

RELACIONES DE PAREJA

Con frecuencia, al enamorarnos, nuestro estilo de vida cambia de manera insospechada. En la mayoría de los casos la pareja se convierte en el centro de nuestra atención, hasta el punto de que abandonamos nuestra identidad, dejando olvidados nuestros sueños, metas, intereses personales y hasta las relaciones familiares y sociales que manteníamos antes de iniciar la relación sentimental.

Esto nos puede parecer muy normal, pues sabemos que compartir nuestra vida en pareja implica ceder parte de nuestra individualidad para incluir a la otra persona, de manera que podamos experimentar el placer de la vida compartida. Pero es importante conservar parte de nuestra identidad y no renunciar completamente a ella, pues esto significaría perder totalmente la autonomía que nos hace falta para definir el rumbo y el sentido que le daremos a nuestra vida; además, un cierto grado de autonomía nos dará la fortaleza y la capacidad de establecer ciertos limites que cuiden de nuestra integridad, bienestar y derecho a la felicidad.

Hay personas que pagan un precio muy alto por permanecer al lado de la pareja y lograr un poco de su atención y cariño, cuando, en realidad, el maltrato no es sólo físico sino emocional y psicológico, sometiéndose a la humillación de suplicar por el amor y la compañía de la persona que las domina, renunciando, así, a sus propias expectativas de vida.

Al sentirse incapaces de expresar sus necesidades y sentimientos verdaderos, e inseguros de afrontar y tomar las riendas de su propia vida, deciden convertirse en alguien que no son, para tratar de complacer las necesidades y expectativas que de ellos tiene la pareja. El día en que el vacío, la tristeza, la nostalgia, la ira o la frustración se instalan en su corazón, se dan cuenta de que el amor se ha ido escapando. Es, entonces, cuando se preocupan y se lamentan del poco interés que demuestra la pareja, sintiéndose victimas del sacrificio que hicieron y del desamor.

¿Hasta dónde y hasta cuándo?

Si has reconocido algunas de las señales que indican que el bienestar de la relación está en peligro, en lugar de ignorarlas, toma la iniciativa de conversar sobre la situación, para que ambos puedan expresar lo que sienten y lo que esperan, asumiendo el riesgo que implica preguntar y recibir respuestas cuando de sentimientos se trata. La vida en pareja no debe ser una experiencia cargada de sufrimiento, sino una oportunidad de compartir el camino y las vivencias que los lleven a conseguir la plenitud. El amor, el respeto a la individualidad, la comunicación, la valoración, la intimidad, los detalles, las caricias, la fidelidad y el compromiso de mantener encendida la llama de la pasión, entre otros aspectos, harán que la convivencia tenga un profundo y especial significado.

"La clave para querer a otra persona, es quererte a ti mismo y darte el valor necesario para conservar la autonomía que te permita compartir la vida sin perderte de vista".

Prepárate. Renueva tus sueños, recupera tus amigos, ahorra, prepárate en algún arte u oficio para aportar al hogar y tener la autonomía necesaria en caso de perder el apoyo de tu pareja.

Ten un proyecto personal. Independientemente de los planes y las metas que tengan en común, interésate en tener un proyecto propio. Puede ser terminar los estudios que abandonaste, inscribirte en algún curso, practicar algún deporte o desarrollarte profesionalmente sin poner en riesgo el equilibrio familiar.

Pídele apoyo a tu pareja. Hagan el compromiso de apoyarse para cambiar esos hábitos y actitudes que tanto daño les han causado. Acuerden alguna seña que les recuerde sonreír, soltar, suavizar el carácter, ser amables o, simplemente, respirar y disfrutar el momento.

Crea espacios para conversar. Es muy importante hablar con frecuencia acerca de lo que sentimos y pensamos, sin juzgar o buscar culpables, más bien con la intención de limar las asperezas y superar las dificultades para acercarnos y satisfacernos más.

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miércoles, 31 de marzo de 2010

COMO SANAR UN CORAZON ROTO

COMO SUPERAR EL DESAMOR

"No podemos sufrir de amor por el resto dela vida, porque así nos convertimos en víctimas de nuestras decisiones y emociones. Es importante aprender a aceptar lo que no podemos cambiar"

Es sorprendente la cantidad de personas que va por la vida sufriendo a causa del desamor.

El amor de pareja es muy importante para todos, porque al sentirnos queridos y correspondidos por la persona que amamos, contamos con toda la fortaleza, el entusiasmo y la energía necesarios para afrontar la vida con una mejor actitud. Pero si amamos y esa persona no nos ama, o deja de hacerlo, sufrimos pensando en que esta pérdida representa el fin de nuestra vida.

Es muy fácil sugerirle a un amigo o familiar abandonado que deje de sufrir, que pase la página y que comience a vivir una nueva etapa en su vida. Sin embargo, para la persona que sufre la pérdida y que, además, se encuentra en el medio de un huracán emocional, comprender que su vida no se acaba, confiar en que el dolor pasará, entender que no puede o, más bien, no debe manipular o presionar a la pareja para que regrese, porque en cualquier momento se volverá a ir es una tarea de titanes.
No podemos sufrir de amor por el resto de la vida, porque así nos convertiríamos en víctimas de nuestras decisiones y emociones. Es importante aprender a aceptar lo que no podemos cambiar, recordando que toda situación representa una oportunidad para aprender y crecer.

Levántate, seca tus lágrimas, sana tus heridas y toma decisiones, pues la vida continúa. Comprendo la dificultad y la ansiedad que te produce pensar en ello, pero tú también saldrás de ahí y, con el tiempo, reconocerás que lo que sucedió fue lo mejor para los dos.

Ten presente que nadie puede decirte qué decisión tomar, pues sólo tú conoces todos los detalles de la situación, tus sentimientos y tu capacidad para resistir o para buscar tu tranquilidad. Si ya tomaste o tomaron la decisión de una separación, acéptalo.

Vive tu duelo sin reprimirte para aparentar fortaleza frente a los demás. Evita sentirte víctima y, más bien, busca encontrar y resaltar los posibles elementos positivos que tenga la situación. Acompáñate de buenos amigos que no traten de echarle leña al fuego para alimentar en ti deseos de venganza. Distrae la mente, mantente ocupado haciendo algo que te guste y que te dé satisfacción. Valórate y siéntete capaz de superarlo aun cuando en este momento te sientas afectado y confundido. ¡Estoy seguro de que lo superarás y cuando menos lo imagines ni siquiera lo recordarás!

Con el tiempo, y cuando te sientas mejor, te sugiero que perdones, sí, aunque te parezca injusto y absurdo que te lo diga, porque ahora pienses que esa persona fue culpable de todo tu dolor. Porque el perdón no exime a las personas de su responsabilidad para con la vida, de reconocer y corregir el error y sus consecuencias, además de hacer cuanto sea necesario para aliviar la vida de las personas a las que afectaron. Cuando perdonamos a otros, nos liberamos a nosotros de la carga emocional negativa que hemos acarreado por mucho tiempo, y que ha nublado nuestra felicidad. Tienes derecho a ser feliz, dale la cara a la vida, con valor, fortaleza y una sonrisa, entonces, la vida te devolverá más de lo mismo.

¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!

"Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su opinión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente"

10 CLAVES PARA PASAR LA PAGINA

ACEPTA Y ASUME LA REALIDAD
Es importante atreverse a aceptar la situación tal y como es, sin caer en autoengaños que nos impidan afrontar la crisis para resolverla y superarla. De nada vale actuar como si no hubiese sucedido, pues así sólo lograremos extender y profundizar la pena.

VIVE TU DUELO EMOCIONAL
Atrévete a expresar, en voz alta y a solas, lo que sientes y lo que guardas. Debajo del agua de la ducha puedes encontrar un sitio adecuado para hacerlo.

ACOMPÁÑATE DE UN BUEN AMIGO
Expresar lo que sientes y piensas ayuda a liberar la ansiedad y a sanar el dolor. Contar con la compañía amorosa, respetuosa y sincera de una persona, suavizará la pena y te reconfortará.

DISTRAE TU MENTE
La tendencia es a recordar una y otra vez los detalleS de lo sucedido. Cada vez que un recuerdo llegue a ti, sacude tu cabeza y mueve tus pensamientos. Pon tu atención en otras áreas de tu vida, lee un libro o ve una película.

RENUNCIA
Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su decisión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente, para que puedas cortar el cordón a través del cual se alimenta y se mantiene tu dolor.

LEVÁNTATE
Dale la espalda al pasado y abre los ojos para que puedas vivir el presente. Ponte una nueva meta, recupera tus antiguos sueños y concentra todos tus esfuerzos en conseguirlos. Retoma tu vida con entusiasmo y determinación.

ASUME TU RESPONSABILIDAD
Todos somos parcialmente responsables de lo que vivimos. Deja de buscar culpables y sentirte víctima. Pregúntate: "¿Qué puedo aprender de todo esto? Quedarte con el aprendizaje y verlo como parte de tu crecimiento, hará que puedas superarlo más fácilmente.

PRACTICAR EL PERDÓN
Cuando te sientas fortalecido y listo para pasar esa página y comenzar a escribir otra, llénate del amor que te dan o que sientes hacia tus seres queridos, hacia la vida, hacia ti mismo y perdona. Extiende tu comprensión hacia la actuación de esa persona.

RECURRE A TU FUERZA INTERIOR
Cuando sientas que no puedes, busca dentro de ti la paz que tanto necesitas. Siente la presencia de Dios, y apóyate en ella. Recibirás la fortaleza, el valor y la confianza para iniciar una nueva vida.

ENAMÓRATE DE TI
Esta es tu oportunidad de quererte. Valórate, consiéntete y recupérate. Aprende a disfrutar de tu soledad. Tienes la posibilidad de rehacer tu vida, de volver a comenzar.

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