domingo, 11 de abril de 2010

LA CLAVE PARA UN AMOR DURADERO

Primer Acto: Me lastimaste.
Segundo Acto: Como tu me lastimaste, yo te lastimé.
Tercer Acto: tú me lastimas más porque te acabo de lastimar, entonces yo te lastimo aún más. Después tú me lastimas otra vez, y yo te lastimo de nuevo. Otra vez tú me lastimas porque yo te acabo de lastimar, y yo te lastimó todavía más, etc.

El punto: es fácil portarse frío, humillante e insensible con alguien quien te ha dicho o hecho algo que tú percibes como frío, humillante o insensible.
Pero ése es el punto. Eso es lo más fácil de hacer.

Normalmente la mayoría de la gente no es mala como especie. Simplemente somos débiles.

Se requiere de esfuerzo para poder hablar de forma valiente, consciente, tierna y abierta sobre el dolor que sentimos, antes de que todo nos caiga encima negativamente.
Sí, se requiere de esfuerzo para tomar la vía difícil y poder expresar tus debilidades y tus preocupaciones con sencillez y cariño. Pero este esfuerzo vale la pena. Porque el amor y la conexión son tus verdaderas fuentes de felicidad. No el dinero, ni los zapatos, ni los autos deportivos, y definitivamente tampoco la satisfacción de sentirte bien acerca de alguien o algo. Aunque sé que esta última a veces nos hace sentir que en realidad somos felices, pero al final sólo nos trae más miseria que gloria.

La próxima vez que alguien a quien tú estimas te haga algo malo, haz un esfuerzo, sé valiente y mata a ese monstruo mientras que aún es pequeño.

Con esto en mente, aquí te doy algunas sugerencias de comunicación para que las recuerdes siempre:

1. Escoge el momento y el lugar adecuado.

¿Tienes por lo menos 30 minutos de tiempo sin interrupciones? ¿Estás en un lugar en donde tu pareja siente que él o ella puede hablar abiertamente y sin prejuicios? ¿Acaso estás en un restaurante ruidoso, en donde es difícil escuchar y necesitas gritar, incluso antes de que tu pareja te motive a hacerlo? Normalmente el mejor lugar para hablar es tu propia casa, a solas, en donde pueden sentarse y verse uno al otro, y a los ojos. Muchos psicólogos sugieren tomes de la mano a tu pareja mientras hablan. Esto ayuda a mantener una conexión cálida durante los momentos más difíciles de la conversación.

2. Antes de comenzar una conversación difícil, deja en claro con tu pareja que tu objetivo es sólo mejorar la relación.

Admite que reconoces que hablar de temas difíciles puede resultar incómodo, pero que prefieres tener una conversación difícil ahora, a tener una relación menos íntima, decadente y poco sincera después. Recuérdale a tu pareja cuánto lo/la valoras. Halaga algunas de sus cualidades que aprecies. En general, debes de estar 100% seguro/a de que tu pareja entienda completamente tu objetivo, y que crea que hablando incrementarán su amor, sin lastimarse, y antes de comenzar con la discusión.

3. Si estás disgustado/a con tu pareja por algo en específico, trata de no generalizarlo al decir “Siempre haces esto. Siempre haces aquello”.

Generalizar simplemente intensificará el estado emocional de tu pareja, pues es mucho más vago y poco creíble. Seamos honestos. Un “siempre” es en realidad algo muy poco probable. Los psicólogos están de acuerdo en limitar la plática al evento específico y reciente que los está molestando. Pues hacer ofensas sobre situaciones pasadas es evidencia inadmisible.

4. Sé consciente y trata de empezar la mayoría de tus frases con “Yo”.

Del mismo modo, trata de no empezar las frases con “Tú”.
La meta: sé dueño/a de tus sentimientos. No deshonres a tu pareja. Por ejemplo, trata de decir algo como: “Siento que ayer me estabas ignorando, y esto me ha dolido. Realmente necesitaba tu cariño después de que mi propuesta fue rechazada en la oficina”, en lugar de: “Eres frío/a, desalmado/a, y nunca me ofreces ni un poco de apoyo”.

5. Crea un beneficio obvio para hablar.

Planea algo para que tú y tu pareja quieran hablar de nuevo. En otras palabras, asegúrate de terminar la conversación enlistando conscientemente todas las cosas positivas que han aprendido gracias a la plática. Haz una lista específica de todas las nuevas acciones que ambos intentarán llevar a cabo para mantener la relación tan fuerte y cariñosa como sea posible.
¡Ah...y aquí es cuando la maravillosa recompensa de “sexo de reconciliación” debe de entrar! De esta forma, al terminar con una nota “positiva y gratificante”, la próxima vez que surja una conversación difícil asociarás esto con hablar de cosas positivas como: ¡“Hacer el amor, y no la guerra”!

Karen Salmansohn es consejera de vida y autora de 27 libros famosos, incluyendo los éxitos: “Basta”, “Maldita sea” y “Hasta Dios es soltero (Así que ya no molesten)”.

Notas para recordar:
El no comunicarse es una solución fácil (pero no inteligente) para salir del problema. Admite que algunos aspectos del amor son difíciles.

http://www.psicologosperu.com/

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