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martes, 31 de marzo de 2020

PAREJAS EN CUARENTENA POR CORONAVIRUS

CÓMO GESTIONAR LA ANSIEDAD Y EVITAR PELEAS DE PAREJA

Existen parejas que tienen una buena relación y parejas que no se llevan bien.



Estos son tiempos de cosecha, se van a ver los resultados de lo que han estado "sembrando" antes de la cuarentena.
Quizás has estado postergando decisiones que en la cuarentena son inevitables considerar.
Incluso en las parejas que funcionan bien puede haber irritabilidad.
El no poder afrontar las responsabilidades que como pareja o padres tienen puede generar un estrés bastante alto y se puede explotar muy fácilmente con la pareja.

Muchas parejas van a tener intimidad y se incrementarían los nacimientos debido a la cuarentena.



RECOMENDACIONES

Ante la fricción:

Evitar la reacción en cadena. Turnarse en la irritabilidad. Entender el contexto. En una situación de emergencia no siempre vamos a estar en calma. Si somos comprensivos: uno de los miembros se altera, y el otro hace un esfuerzo para mantenerse en calma y no tomarlo en forma personal (porque la cuarentena agudiza todo), entonces se irán calmando mutuamente.

Los malestares no surgen de la nada. Hay varias señales no verbales, pequeñas expresiones, etc. 
Si vienen los primeros indicios, hay que calmar antes de que venga la tormenta. 
Encontrar estrategias en común para llevar esta convivencia lo más sano posible.

Ahora no es el mejor momento para tomar decisiones de pareja sino después.
Luego verán si lo que estaban sintiendo es real o no. 
Por ejemplo: en la cuarentena quieres divorciarte, y después termina la cuarentena y ya no quieres divorciarte.

Que haya espacios privados para cada uno. 
Aunque sea un rincón de la casa.
Cuando uno esté en ese ambiente, ese será su espacio privado. 

Poner momentos de conversación.

Cuarentena con sus agresores: es una situación mucho más peligrosa, mucha tensión. 
Un estado de violencia. 
En tiempos de cuarentena, las líneas de emergencia se van a demorar más de lo usual. 
No van a poder abandonar a su agresor.
Ser muy inteligente en qué decir y cómo decirlo: Si dices que vas a dejar a tu pareja apenas termine la cuarentena, es un error garrafal porque vas a tener que seguir conviviendo con esa persona después de haber dicho eso. 
Ir evaluando decisiones y ser muy cautos sobre esos "botones" que pueden producir reacciones violentas en el otro y no se va a tener posibilidad de escape.

Si uno explota con facilidad ante el otro, no "pasar la línea". 
Hay que hacer un esfuerzo mayor por calmar a nuestro "animal interno" en situaciones de supervivencia. 

OTRAS SOLUCIONES:

Hacer planes para que, una vez terminada la cuarentena, puedan asistir a psicoterapia individual o a Terapia de Pareja. Ir averiguando las opciones que existen a través del buscador de Google e ir decidiendo cuál consideran que se ajusta a su estilo y que es la más conveniente para ambos miembros de la pareja. www.ParejasPeru.com

Practicar técnicas de relajación (respiración, meditación, oración, etc.) para calmar la ansiedad, estrés e ira.

Exteriorizar saludablemente lo que se está sintiendo ya sea escribiéndolo en privado, comentarlo con alguien (virtualmente), hablar a solas, etc.

Hacer actividad física dentro de la casa: planchas, abdominales, saltos, etc.

Aprovechar el tiempo libre para ordenar (escritorio, ropero, estantes, cuentas, recibos, etc.) y limpiar la casa (inodoro, ducha, cocina, etc.).

Realizar actividades que disfruten como leer, escribir, escuchar música, cantar, bailar, pintar, ver películas, etc.)

Enfocarse en las cosas que sí tienen en vez de las que les falta.



jueves, 31 de agosto de 2017

7 RIESGOS PARA UNA RELACION DE PAREJA

  1. Una tercera persona en la relación
  2. Reacciones agresivas y/o físicas
  3. Terminar a cada rato (desgaste)
  4. Caprichos, antojos, infantilismo
  5. Orgullo y actitud desafiante
  6. Descuidar la relación
  7. No querer ceder

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿ERES ALERGICO A LOS CONSEJOS?

Tengo una amiga que acaba de terminar con una relación sentimental donde no recibía ningún tipo de satisfacción afectiva, se mantenía en ella solo por la justificación que daba a cada situación que vivía con su pareja. Durante algún tiempo sus amigos más cercanos le sugirieron que terminara con esa relación, que no era buena ni justa para ella, que era preferible que se quedara sola un tiempo mientras sanaba. Pero ella, siempre tenía una explicación para justificar su negativa a romper definitivamente.

Reflexionando acerca de su situación, encontré un factor común presente en diferentes situaciones por las que atraviesan muchas personas adultas, la negativa a escuchar y considerar como válidos los comentarios o sugerencias que nos hacen aquellas personas que nos quieren incondicionalmente, y que lo único que desean es nuestro bienestar.

Es cierto que no podemos dejarnos llevar por las consideraciones o los consejos que nos dan los demás, porque en la mayoría de los casos, lo que buscan es satisfacer su interés personal. Pero hay personas diferentes, aquellas a las que nos une un vínculo afectivo limpio y desinteresado construido a través del cariño, deberíamos, al menos, escuchar lo que nos dicen, para luego reflexionar y decidir si aceptamos su comentario o lo desechamos. ¿Alguna vez habías pensado en esto?

Escuchar a la otra persona, no quiere decir que estemos obligados a hacer lo que él o ella sugiere que hagamos... sólo implica abrir una pequeña puerta a través de la cual podamos recibir un comentario imparcial y objetivo que nos permita considerar otros aspectos de la situación que enfrentamos y que por sentirnos afectados, no podemos observar con claridad.

Durante la infancia, muchas personas estuvieron sometidas a la presión de unos padres dominantes y perseguidores que constantemente les decían qué hacer, y por esta razón crecieron con una cierta rebeldía o posición defensiva frente al comentario, consejo o sugerencia que le hacen los demás. "Nadie aprende por experiencia ajena"... dice una frase popular que nos recuerda, que cada uno de nosotros tiene su momento y su oportunidad para reconocer una verdad. No importa cuántas veces alguien intentó mostrarte la perspectiva real de tu situación, sólo la pudiste reconocer cuando estabas listo para asumirla.

La próxima vez que tu pareja, un buen amigo o una persona en la que confías se acerque para hacerte un comentario o darte una sugerencia... pregúntate: ¿Quién va a salir beneficiado realmente si yo tomo en cuenta sus palabras? ¿El o yo? Así te será más fácil abrirte para escuchar.

Cuando somos jóvenes, pensamos que somos capaces de conducirnos sin necesidad de que nuestros padres o las figuras de autoridad nos digan o sugieran cómo hacerlo... pero lo cierto es que casi todos descubrimos en el tiempo, que si hubiésemos escuchado con más conciencia, nos habríamos evitado parte del sufrimiento. Atrévete a mejorar la comunicación y a recuperar la confianza entre tus padres y tú. Recuerda que ellos siempre quieren lo mejor para ti.

De vez en cuando nos hace falta descansar o apoyarnos en la confianza que nos produce una persona, no porque seamos débiles y busquemos su aprobación sino, porque su estilo de vida, sus experiencias con resultados positivos y el amor incondicional que siente hacia nosotros, nos muestre que podemos hacerlo. No seas dependiente emocionalmente de los demás ni te dejes manipular por ellos para satisfacer sus propios intereses, esto no es justo para ti. Decide buscar las personas apropiadas con quienes compartir tus inquietudes o tus dudas, de manera que puedas confiar en su consejo.

Para tener presente

- Cuando estás afectado no tienes la claridad necesaria para analizar una situación

- Evita justificar situaciones injustas y difíciles para ti

- Busca el apoyo y la compañía de una persona en la que confías. Enfrentar solo un problema lo hace más difícil de resolver

- Abrete mentalmente para escuchar y luego reflexionar acerca de la sugerencia que te haga otra persona

- Tú eres el único que puede y debe tomar la decisión final. No busques el que otros lo hagan por ti

Si alguien confía en ti... Antes de hacer un comentario con ligereza, colócate en su lugar para que puedas comprender qué siente o qué piensa. Después, comparte con esa persona tus comentarios sin juzgarlo o descalificarlo. Ayúdalo a analizar los pro y los contra de su situación, evita tomar decisiones por él. Hazlo con respeto y mucho cariño, muchas veces esto es suficiente para que la otra persona encuentre por sí misma la respuesta o la claridad que está buscando.

Suelta el pasado...

http://www.psicologosperu.com/