Se recomienda evitar tomar decisiones trascendentales y significativas para sus vidas si están demasiado molestos, tristes, afectados o demasiado alegres.
Lo mejor es esperar estar serenos, calmados, razonables; y si aun así siguen considerando lo mismo, tomar la decisión en forma adulta para evitar arrepentimientos o lamentaciones posteriores.