viernes, 13 de mayo de 2011

COACHING SEXUAL: TERAPIA PARA PAREJAS


Así como hay asesores para convertirse en un mejor profesional, existen métodos para conseguir un óptimo desarrollo con el ser amado.

En los talleres se enseñan técnicas para obtener un desempeño sexual superior.

¿Por qué es importante el sexo? Además de su función reproductiva, es una actividad que proporciona beneficios físicos y emocionales (mejora la circulación sanguínea, libera endorfinas, fortalece la autoestima, entre otros).

Por el contrario, una vida sexual insatisfactoria puede provocar efectos negativos a nivel fisiológico (impotencia, eyaculación precoz, frigidez), emocional (depresión) e interpersonal (infidelidad, divorcio).

“Hay que conocer nuestras limitaciones en el plano sexual y saber en qué medida nos perjudican”, apunta Carlos Chaparro, terapeuta a cargo del ‘Coaching de Kamasutra’, programa diseñado para ayudar a mejorar la vida sexual de las parejas.

ASESORÍA PARA LA CAMA. Chaparro afirma que nuestra sociedad aún conserva serios prejuicios en materia sexual. Por ello, la misión de este coaching es liberar a las parejas de tales limitaciones. “Conozco parejas que se han separado porque la mujer solo quería la pose del misionero: ella no quería cambiar y él no sabía pedírselo. También sé de matrimonios que no han tenido relaciones durante cinco años, a pesar de dormir en la misma cama”, cuenta.

En los talleres del coaching se realizan diversos ejercicios físicos y dinámicas de grupo para estimular la confianza en uno mismo y la comunicación con el ser amado. Asimismo, se enseñan técnicas para obtener un desempeño sexual superior. “Hay que vivir el sexo sin rodeos. No es solo una fuente de goce, sino una forma de comunicación y comprensión. Sirve para compartir y brindar amor”, añade.

La duración de este tipo de coaching depende de cada pareja. Puede ser un mes, dos, tres, los que sean necesarios. ¿Se anima a intentarlo?

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martes, 5 de abril de 2011

Entrevista a Chris Ferrell, Conferencista: "El humor es buena guía para enseñar".

Aunque suene raro no es para nada chistoso: Chris Ferrell ayuda a las parejas a mejorar su relación con humor. Esta es una de las características que más les gusta a los asistentes de sus conferencias, especialmente a los hombres, que huyen de las terapias de pareja tradicionales.

"Al presentar el seminario de una manera divertida, un mayor número de hombres asiste y ambos, marido y mujer, terminan pasándola bien. Aunque el evento es divertido no tiene nada de superficial. A través del seminario, las parejas se reirán, aprenderán y serán capaces de hacer cambios positivos en su matrimonio y en su vida" dice Ferrell, quien es norteamericano, pero que vivió en Chile, donde aprendió español.

"En el seminario ofrecemos herramientas como un test en línea para descubrir lo que se siente por el otro. Este es una ayuda clave y se llama 'La página bandera', una pieza con la que también se determina lo que más se ama de la pareja", agrega.

Estas son algunas de las claves de las que habla Ferrell.

1. Sin egoísmos entre los dos

La primera clave de la felicidad es la humildad y pensar en el otro. No se trata solo de estar preocupados por lo que 'yo' quiero, qué hago, 'mi' manera de hacer las cosas y 'mis' opiniones, y menos de escuchar a la pareja solo para esperar 'mi' turno de hablar. Es momento de pensar en el otro.

2. Principio de realidad

El mundo de las películas y programas de televisión muchas veces pinta un espacio de fantasía, en el cual el hombre es un príncipe azul que sabe todos los deseos de su esposa, sin que ella se los haya comentado. En el mundo real no es así.
Si la pareja tiene las expectativas plantadas en el mundo real y habla sobre estas, seguro será una relación más feliz.

3. Buena comunicación

Esto es especialmente importante para las mujeres. Ellas tienen que conversar sobre todo lo que les pasa en su día. Los hombres no tanto. Pero el marido inteligente escucha a su esposa y lo hace sin tratar de arreglar sus problemas. Ella quiere que la escuche, no que le arregle sus problemas.

4. Conocimiento del otro

En muchos casos se conoce poco de lo que le gusta a la pareja y cómo se comporta en diferentes circunstancias y lugares distintos a la casa. Es necesario tener claro lo que le interesa al otro y saber qué le gusta, desde lo más mínimo, como los tipos de comida, lo que disfruta en el tiempo libre, hasta que más le interesa de las personas.

Según Ferrell, su charla no es un programa que enseña cómo usar la risa para mejorar la convivencia de la pareja, sino que a través del humor enseña a las parejas claves importantes para un matrimonio sano y feliz.

¿Cómo es una de sus terapias a través de la risa?

La risa es terapéutica porque baja el estrés y la presión sanguínea. Lo que sabemos es que es mucho más fácil para los matrimonios escuchar y sintetizar los temas de comunicación, sexualidad, diferencias entre hombre y mujer y el perdón, si la entrega de la información es divertida.

¿Van más mujeres que hombres a sus charlas?

No tanto. La mayoría de los asistentes son matrimonios y parejas de novios. La charla está diseñada para que la disfruten todos porque es chistosa. Además, nadie tiene que compartir sus emociones y experiencias frente al grupo, y no tienen que tomar apuntes.

¿Quiénes tienen más capacidad de reírse: los hombres o las mujeres?

Creo que podría ser peligroso contestar esto. Creo que ambos. Los hombres suelen usar el humor para comunicarse entre ellos. Pero también hay mujeres que son muy buenas para el chiste y hay muchas mujeres a las que les gusta reírse.

¿Por qué se llama 'Ríanse: hacia un matrimonio mejor'?

La idea de nuestro seminario es usar el humor para enseñar de una manera distinta y para que lo que hablamos llegue de una manera fácil de recordar y de una forma que sea más amena a las características de los seres humanos.

CECILIA MONTOYA
REDACTORA DE EL TIEMPO

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sábado, 26 de marzo de 2011

UNA TERAPIA DE PAREJA PREVENTIVA

Proponen realizarla periódicamente, del mismo modo que se efectúa un chequeo médico.

Tara Parker-Pope
The New York Times
Sábado 26 de marzo de 2011

NUEVA YORK.- En la mayoría de los matrimonios, uno o ambos se resisten a la idea de asistir a terapia. Algunos no pueden pagarla o la encuentran inconveniente. Y muchos la consideran un último recurso, algo que sólo las parejas desesperadas necesitan.

Sólo el 19% de las parejas casadas participa de terapias matrimoniales; un estudio reciente acerca de parejas divorciadas encontró que casi dos tercios de ellas nunca asistieron a terapia antes de dar por terminada su relación.

"Parece que somos todavía más resistentes a buscar ayuda para nuestras relaciones que para la depresión o la ansiedad -dijo Brian D. Doss, profesor de psicología de la Universidad de Miami, Estados Unidos-. Existe una fuerte resistencia a pensar que nuestras relaciones tienen problemas, el reconocer que puede que haya algo que no funciona es casi como admitir su fracaso."

Por supuesto, la terapia matrimonial no siempre funciona, tal vez debido a que en general se atrasa hasta que los problemas son demasiado extensos y profundos. Un estudio reciente de dos tipos de terapias diferentes mostró que sólo alrededor de la mitad de las parejas declaraba mejoras a largo plazo en sus matrimonios.

Por eso, los investigadores comenzaron a buscar formas, algunas de ellas a través de Internet, de acercarse a las parejas antes de que los matrimonios se descarrilen. Un estudio sigue a 217 parejas que se realizan un "control matrimonial anual" que, esencialmente, ofrece medidas preventivas, como un control físico o un examen médico.

"No esperas a que te duela algo para ir al dentista, sino que asistes a controles regularmente", dijo James V. Córdova, profesor asociado de psicología de la Universidad Clar, Estados Unidos.

Aunque todavía están analizando la información recogida, los primeros análisis muestran que las parejas que formaron parte de la experiencia sí mejoraron su calidad matrimonial. Al trabajar con los matrimonios antes de que sean infelices, los controles identifican conductas potencialmente "corrosivas" y ayudan a realizar pequeños cambios en la comunicación antes de que los problemas se descontrolen. Los más típicos incluyen la falta de tiempo y culpar a la pareja por el estrés de criar a los hijos.

"Al no asistir a terapia con sólo un problema que solucionar -dice Córdova-, las parejas terminan peleando aunque existan soluciones simples, pero que ellos no ven."

Terapeuta online

No es sorprendente que algunos terapeutas estén creando programas online de autoayuda para prevenir serios problemas de pareja. Los médicos Doss y Andrew Christensen, de la Universidad de California en Los Angeles, Estados Unidos, están reclutando parejas para analizar tales programas.

El estudio está financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano norteamericano, y va a tratar, a través de Internet, a 500 parejas. Se basa en la "terapia de aceptación", que se centra en entender mejor las fallas de nuestras parejas.

Ese método formó parte de uno de los estudios clínicos más grandes y extensos de la terapia de parejas. Durante más de un año, 134 matrimonios con graves problemas recibieron 26 sesiones de terapia, con controles cada 6 meses durante los siguientes 5 años.

La mitad de las parejas recibió terapias tradicionales, que se enfocaron en mejorar la comunicación y en cómo resolver sus problemas, mientras que las otras participaron además en terapias de aceptación. El estudio mostró que después de cinco años de tratamiento la mitad de los matrimonios en ambos grupos habían mejorado notablemente.

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viernes, 11 de marzo de 2011

TERAPIA: UNA SOLUCION PARA LA VIOLENCIA EN LA PAREJA

La violencia en la pareja es algo que por desgracia se vive.

Esta empieza con pequeños insultos, denigrando a la mujer o también se da cuando alguno de los dos no respeta la relación; aumentando todo esto con el tiempo.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo (ENVINOV) 2007 -elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ)- 15.5% de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja ha sido víctima de violencia física; 75.8% ha sufrido agresiones psicológicas; y 16.5% ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo, el 15.5% de los mexicanos de entre 15 y 24 años ha sido víctima de violencia física.

Según la experta en psicología, la doctora Rosalinda Sepúlveda, el uso de alcohol y drogas es un detonante importante en la violencia de pareja.

Si ya se vive una relación de violencia, la especialista recomienda una terapia de pareja.

Muchas veces luego de vivir una experiencia de violencia, en especial las mujeres tienden a repetir los patrones.

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jueves, 17 de febrero de 2011

POSIBLE SOLUCION A CRISIS SENTIMENTAL

La Lic. Diana M. Resnicoff (México) analiza cuándo una pareja debería pedir ayuda y los requisitos que se necesitan de ambos para la recuperación.

El amor entre dos seres que conforman una pareja es un sentimiento delicado, dotado de vida ante el que no se puede bajar la guardia en ningún momento. Pero es también cierto que las “crisis de pareja” forman parte de la relación amorosa.

Se trata de momentos difíciles en los que parece que se toca fondo y sobre los que sobrevuela el fantasma de la separación. De manera tal que lo que vemos en la clínica y en la vida diaria es que el conflicto se vive como una amenaza que abre una fisura en nuestra frágil seguridad emocional.

El desenlace dependerá de cómo sepamos afrontar esta crisis que seguramente requiere un cambio de actitud y de enfoque por parte de los dos integrantes de la pareja.

Si pensamos la pareja en términos del juego del ajedrez, el movimiento de uno (el cambio de uno de sus miembros) necesariamente requiere que también el otro haga un movimiento acorde con el fin que no sobrevenga el “jaque mate” rápidamente, entendiendo que ese jaque mate marcaría sí el final de la relación.

Una crisis de pareja no significa inevitablemente el fin de una relación pero su presencia hace saltar una alerta que nos avisa que algo no va bien. Que esa relación que empezó siendo una relación fluida puede verse interferida por factores individuales (dependientes de la historia de cada uno de sus integrantes) o internos como el cansancio, el estrés, problemas laborales, familiares o económicos.

Casi sin darse cuenta, la convivencia se torna en una serie de silencios tensos, respuestas enojosas, y rencores continuos; incluso también resulta observable que es más fácil echar la culpa de todo al otro, asumir un papel de víctima y poner distancias y barreras a la comunicación.

En el trasfondo de estos comportamientos suele encontrarse la dificultad para asumir la verdad, especialmente la parte propia de responsabilidad, además de los miedos y las emociones más íntimas que a veces cuesta tanto exteriorizar.

Sin embargo, también es cierto que "dos no discuten si uno no quiere", y mucho menos, rompen una relación. Cuando las cosas se ponen feas, acudir a una terapia de pareja puede brindar las claves necesarias para reencaminar la situación y devolver las aguas a su cauce. Sólo hay un elemento indispensable, y es la voluntad de los dos para resolver la situación y saber o entender que los acuerdos necesitan ser renovados . De ahí que sea tan importante contar con la flexibilidad de ambos.

Generalmente toda pareja atraviesa 3 momentos clave en los que puede surgir una crisis:

1. La barrera de los 7 años. Entre los 7 y 10 años de vida en común puede aparecer una crisis que los psicólogos han llamado "de habituación". La habitualidad de todas las conductas, la repetición como forma “ilusoria” de mantener un equilibrio hace que en algún lado surja el quiebre y esos mismos comportamientos comienzan a dejar de resultar interesantes o atractivos. Esto se puede traducir en la pareja como incomunicación o malos entendidos, apatía, desapego, etc.

2. La llegada del primer hijo. La irrupción de un bebé en la casa trastoca completamente el ritmo de vida. Pasar de ser dos a ser tres, no es fácil. Muchas cosas cambian y muchas parejas pasan a ser padres y lentamente se va perdiendo la comunicación, la intimidad, la sexualidad y por supuesto sobreviene la crisis.

3. La marcha de los hijos del hogar , y otras circunstancias que supongan una crisis personal (enfermedades de uno de los integrantes, jubilación, etc.) provocan situaciones de gran tensión, especialmente si la pareja no realizó lo que podríamos llamar un trabajo “preventivo”, es decir saber que esto va a pasar y no esperar verse sumergidos en “la crisis”.

De más está decir que en muchos casos esa crisis sobreviene sin que ninguna de las dos partes tenga ningún deseo de que suceda, ni mucho menos de romper la pareja. Cuando esto ocurre, tal vez sea el momento de buscar ayuda terapéutica y realizar una terapia de pareja, evitando así el enquistamiento de ciertas situaciones.

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miércoles, 16 de febrero de 2011

INTROSPECCION TERAPIA DE PAREJA

La raíz de donde surge la familia es la pareja.

Tanto es así que "la familia será lo que sea la pareja"-

Por ello, todo análisis de la vida familiar ha de comenzar por la pareja.

Todo cuidado de la familia ha de comenzar por el cuidado de la vida de pareja.

Y todo proceso educativo de la familia ha de comenzar por educar la vida de pareja.

El amor de la pareja es algo activo, una tarea, un esfuerzo por el que se opta buscando equilibrio así como un proyecto mutuo.

Que los haga crecer y que les llene de alegría la cual no surge sola: hay que construirla dialogando sobre establecer valores y criterios, así como objetivos generales que sirven para cuidar el amor y mejorar la relación.

EL AMOR no es mero sentimiento: es querer querer al otro: es también un acto de voluntad.

Y, por supuesto, una vez esclarecido y en práctica, hay que someterlo periódicamente a evaluación

Y si es necesario por alguna crisis acudir a terapia de pareja.

El primer paso es poner en claro, mediante el diálogo, cuáles son esos valores compartidos, esos criterios comunes.

Se trata de pensar, decidir y querer juntos qué queremos ser, cómo lo queremos ser, para qué queremos vivir juntos y por que queremos vivir juntos.

Esto supondria dar respuesta a una serie de cuestiones. Algunas serían:

-¿Qué objetivos buscamos juntos?

-¿Qué nos aporta la vida en pareja y qué estamos dispuestos a aportar a la pareja?

-¿Para que nos casamos?

-¿Cuál es el sentido conjunto que queremos dar a nuestra vida?

-¿Cuál es el sentido que realmente le estamos dando, es decir, que llena nuestro corazón día a día?

-¿Qué es lo que nos sostiene y nos hace reaccionar en los momentos de crisis?

-¿Qué sentido le damos a nuestra sexualidad, cómo resolvemos las dificultades, hablamos de ello?

-¿Queremos tener hijos; cuántos?

-¿Qué nos proponemos al educarlos?

-¿Cómo decidimos nuestro tiempo libre?

-¿Cómo llevamos nuestra economía? ¿Quién administra?

Lo anterior nos da idea de lo mucho que se puede trabajar en pareja y que no es sencillo, pero que ayuda mucho la voluntad y querer salir adelante por bien mutuo y de los hijos.

De las parejas que han acudido a terapia he aprendido cómo (en la práctica) ser tolerante, generoso, perdonar y seguir en crecimiento.

Estimados lectores, los principios que comparto con ustedes quizá le exijan abrirse a nuevas ideas.

Si usted decide aceptarlas y aplicarlas a su vida, sentirá las marcas dejadas por la apertura en su mente y nunca más volverá a ser el que había sido antes.

Con el deseo de que su principal tarea sea mirar hacia el interior de sí mismo para modificar pensamientos, hábitos y conductas que no le han resultado favorables.

Por: Leonor Mier Orona (México)

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