El Matrimonio es el primer fruto maduro del amor.
Que deberá seguir creciendo siempre.
Un buen matrimonio se prepara a lo largo de un noviazgo en serio,
en el que se den a conocer con sinceridad.
y empiecen a aprender a amarse de veras,
respetándose y complementándose mutuamente.
Deben aprender a crecer en su intimidad
como fruto y expresión de su mutuo amor.
Y cultivarse siempre para nunca dejar de crecer.