"No creo que procurar independencia e intimidad nos haga malos padres.
Antes de tener un hijo, ustedes fueron pareja.
Si ustedes no están bien, los niños tampoco lo estarán.
Sé que no será fácil sacar a los niños del cuarto; están acostumbrados, van a llorar, da flojera salir del cuarto para llevarlos al baño.
Pero vale la pena hacerlo antes que más tarde.
En algún momento crecerán y cuando tengas a tu esposo al lado tal vez la relación parezca un témpano.
La complicidad de la pareja se forma cada día y hay que alimentarla y cuidarla para que crezca fuerte y sana". Verónica Linares, periodista.
Fuente: Revista Viu de El Comercio, 14 de agosto 2016, pág. 26
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