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miércoles, 20 de julio de 2016

LA RELACION YA NO ES LA MISMA

Cuando parece que "la relación ya no es la misma" significa que las emociones han descendido. Entonces lo que empieza a predominar son los pensamientos, imaginaciones y sentimientos. Lo que hay que hacer es saber que ahora empieza el amor más responsable, osea, la determinación consciente, el compromiso. NO hay que terminar la relación, hay que valorarla, se conoce al otro, el otro te conoce a ti. Recién pueden empezar los planes a largo plazo con una base más solida, etc. N. Rodas

viernes, 15 de abril de 2016

¿CUANDO IR A TERAPIA DE PAREJA?

La idea de ir a terapia de pareja espanta a varios. «No necesitamos de un terapeuta, podemos (y tenemos que) arreglar las cosas nosotros mismos». Las parejas a menudo tienen la idea de que serán juzgados por el terapeuta y eso les causa desconfianza y rechazo. Y también temor de descubrir que algo falla. Por eso prefieren minimizar el problema: no sabrían qué hacer si un conflicto grave se develara. 

¿Cuándo una pareja podría beneficiarse de una terapia? Sí, cuando hay problemas. Pero también cuando algo deja de fluir. Puede ser muy positivo para alimentar el vínculo, la confianza y la comunicación. Es como hacerle mantenimiento a la relación.

Una terapia de pareja funciona no sólo para cuando hay problemas serios sino cuando ha habido alguna desconexión entre ambos, cuando se pelean mucho, o cuando han dejado de hablarse de sus sentimientos. Cuando lo que uno expresa el otro no lo entiende, o cuando alguno no expresa nada.

El terapeuta es como el traductor, el que les recuerda que no es una batalla donde alguien gana y alguien pierde, sino que están ambos del mismo lado. El que vela por el vínculo más que por uno u otro. Como bien dice una frase que circula por estos días en Facebook, «no hace terapia quien tiene problemas. Problemas los tiene todo el mundo. Hace terapia quien quiere resolverlos».

Ir a terapia de pareja no refleja el fracaso de la pareja, por el contrario, la fortaleza de querer afrontar y resolver todo juntos.
Fuente: Revista Viù, Año 3, N° 118, pág. 28

domingo, 10 de enero de 2016

COMO ARRUINAR TU RELACION EN UN SOLO PASO

¿Te parece asombroso que pueda reducirse a una sola cosa? 
Pues ésta afecta todos los aspectos: el sexo, dinero, tareas domésticas, hijos,etc 
Hay una cosa arruinando matrimonios en todo el mundo de hoy... 
¿Puedes adivinar qué es? 
¿Te estás preguntando cómo podría reducirlo a una sola cosa?
Afecta a todos los aspectos del matrimonio: sexo, dinero, citas nocturnas, tareas domésticas, la crianza de niños y hasta las vacaciones. 
¿Puedes adivinar? 
Ok te diré... son las expectativas no satisfechas. 
¿Suena demasiado simple? 
Mi marido y yo estamos liderando un pequeño grupo en la iglesia y hemos descubierto, no sólo en la clase sino también en nuestro propio matrimonio, que las expectativas no satisfechas y no comunicadas están causando ira, la amargura y la decepción en los matrimonios en todas partes.
En algunos casos, incluso los lleva al divorcio. 
¿Qué quieren decir expectativas no satisfechas? 
Un marido que no trae flores a casa en el cumpleaños de su esposa, una esposa rechazando los acercamientos sexuales de su esposo, los platos sucios en el fregadero cuando la mujer llega a casa, o el marido que llega a casa y la mujer apenas le presta atención. 
Parece que ninguna de estas cosas es especialmente terrible o imperdonable. 
Pero después de semanas y semanas, o meses y meses de este tipo de rechazos, más que lastimar, empiezan a romper corazones, derribar la intimidad, y construir muros entre los esposos. 
Todos los casados hemos pasado por esto. 
Pensamos: "Esto es tan simple." "¿Por qué mi esposo(a) no puede hacer esto?" “¿Cómo es que no se da cuenta?”… “Hazme feliz, sorpréndeme, ayúdame, y así sucesivamente”
Generalmente hay una respuesta simple a esto... no le hemos expresado con amor y claridad nuestras expectativas al otro. 
Es muy probable que le hayas gritado varias veces sobre los platos sucios, o bien hayas hecho comentarios sarcásticos acerca de cómo hay que mendigar para tener sexo. 
Pero, ¿alguna vez realmente te sentaste y le dijiste a tu cónyuge, con amor y respeto, lo importante que son estas cosas para ti? ¿Le expresaste cómo estas cosas te hacen sentir querido, seguro y apoyado? 
La verdad es que la mayoría de las veces no lo hemos hecho. 
Este es un ejemplo perfecto de ello: 
Envié a mi esposo un texto rápido preguntándole si él venía a casa a almorzar. Su respuesta simple fue "no estoy seguro". Mi corazón se afligió un poco porque lo que realmente quería era que él trajese a nuestra hija desde el preescolar a la casa. Estaba cansada, hacía frío y yo no quería llevar a mi pequeño de 3 años al automóvil para ir a recoger a su hermana. Por fortuna, mi marido me envió un mensaje diciendo "¿Por qué lo preguntas?" Le expliqué que yo esperaba que él trajese a nuestra hija a casa. De inmediato el respondió y dijo: "¡Claro!". Yo estaba tan feliz. 
Pero, podría haber pasado la tarde la sensación de que él estaba siendo egoísta o no se preocupaba por mí si él no hubiese hecho esa pregunta de seguimiento. ¿Y sabes qué? Hubiese sido culpa mía, no suya. No estaba siendo clara y no expresé mis expectativas. 
¿Puedes pensar en un momento en que tu cónyuge te ha defraudado o tú le has decepcionado, en el cual una simple conversación podría haber aclarado la confusión? 
¿Puedo desafiarte a que desde hoy discutas tus expectativas de una manera amorosa y clara? 
Nunca sabrás lo que tu cónyuge está dispuesto a hacer por ti a menos que se lo pidas

Traducción al español, modificaciones y adaptación de PildorasdeFe.net del artículo publicado originalmente en El Blog de Tim and Consuela.

viernes, 5 de marzo de 2010

Y VIVIERON FELICES...

Nos gustaría que la felicidad y el amor nos acompañaran a vivir toda la vida... Muchas personas han llegado a pensar que son una utopía; tal vez marcados por el dolor de una ruptura, y que sólo existen en la mente de aquellos que los desean.

Estoy seguro que cuando te casaste lo hiciste pensando en que sería para siempre y tal vez hoy te encuentres como una persona que me escribió hace poco y que acaba de tomar la decisión de divorciarse de su esposo después de muchos años de casados. Tienen un hijo, una casa que consiguieron con el esfuerzo y el trabajo de ambos y una cantidad de recuerdos y momentos compartidos con ilusión y sentimiento.

La primera reacción es pensar que todo es una pesadilla y que realmente no te está sucediendo. Más tarde viene la negación acompañada de un gran sentimiento de confusión: Esto no me está pasando a mí, tiene que haber una equivocación en alguna parte... aun, cuando tu cabeza fría y sin sentimientos te muestra los hechos. Lo próximo es el dolor, esa sensación que pareces no aguantar dentro del pecho, que te quita el sueño, las ganas de comer, te roba la alegría y hasta las ganas de vivir. Por último aparece el temor, ese sentimiento que se alimenta de todos tus pensamientos negativos, de las imágenes nefastas de todo lo que supones que te ocurrirá a ti y a tus hijos producto de esta separación. Es así como el sufrimiento se instala en tu interior avivado por el círculo que se genera entre tus pensamientos y temores.

Te conviertes entonces en la resistencia más fuerte a vencer, pues cada vez que algún ser querido se acerca para compartir contigo palabras alentadoras y positivas, respondes o piensas: Es que no comprenden lo que siento, es que no están en mi situación.

Tienes razón de sentirte adolorido y molesto con la vida, después de todo esta es una de las pérdidas más grandes que puedes experimentar, sobre todo si estabas enamorada de verdad, tenías la fantasía de que era recíproco y que sería para siempre. Aun así, estoy segura de que llegará ese instante mágico en que te sientas lo suficientemente fortalecida como para cerrar ese capítulo de tu vida, trabajar el perdón, pasar la página y comenzar a vivir de nuevo con confianza y alegría.

Yo sé que en este momento observas frente a ti un panorama incierto y que desconfías del efecto real que tienen mis palabras y las de todas las personas que tratan de apoyarte para que salgas de nuevo a la superficie de la vida, es natural, te tomará tiempo comprobarlo. Estoy seguro que lo superarás y que en un tiempo te preguntarás por qué no te diste cuenta de todas las señales que estuvieron presente durante la última etapa de la relación. ¡Gracias a Dios, todo pasa!

Definitivamente es diferente la situación, cuando eres tú quien toma la decisión de separarse con serenidad y responsabilidad; quiero decir habiendo tratado de solucionar los conflictos o las diferencias entre los dos y sin haberlo logrado. En cambio, si lo haces porque el comportamiento de tu pareja te obliga a tomar una decisión como esa, tu dolor será parecido al de la persona que abandonan en contra de sus sentimientos.

Vamos, ¡tú puedes levantarte de ahí! Vive tu duelo con intensidad, llora todo lo que necesites, hazlo hasta que ya no te queden lágrimas. Comparte tu tristeza con tus amigos verdaderos o con tu familia si sabes que puedes apoyarte en ellos, porque no te enjuiciarán, no te presionarán para que rectifiques tu decisión, sino que comprenderán y respetarán tu proceso dándote el cariño y la protección que necesites.

Hay personas que silenciosa y estoicamente soportan el dolor sin darse el permiso de liberarlo y pedir ayuda para superarlo. Espero que no seas tú una de esas personas. Mereces otra oportunidad, concédetela con gentileza.

Para recordar:

- Lo más importante para la estabilidad de tus hijos es tu recuperación emocional.

- Deja de darle vueltas una y otra vez en tu cabeza a los recuerdos amargos. No te sientas víctima.

- Es natural que experimentes temor de continuar tu vida solo.

- Si tu decisión es terminar, no guardes expectativas de continuar con la relación, porque así te harás menos daño.

- No involucres a tus hijos en el proceso. No los obligues a tomar partido. Ambos seguirán siendo sus padres.

- Cada vez que te asalten los miedos, repítete a ti mismo: "Yo puedo superar esta situación por difícil que sea", "Yo puedo continuar adelante con mi vida", "Vamos a estar muy bien". La repetición de frases afirmativas y positivas te ayudará a tener la fortaleza, el valor y la confianza para salir adelante.

- Recuerda que nunca estás solo, la presencia de Dios te acompaña siempre. Piensa que tienes la oportunidad de madurar y descubrir un nuevo significado del amor y la felicidad, que tendrás la oportunidad de compartir con tus hijos cuando te vuelvas a enamorar.

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