Respetaban sus diferencias.
Trataban de comprender al otro, ponerse en su lugar.
No le exigían al otro que cambiase "como yo quiero"
ni que hiciese las cosas de la forma "como yo las haría".
Siempre hacían lo posible por mantener el RESPETO entre ellos
y llevarse en forma civilizada, controlando sus impulsividades,
sin dejarse llevar por la agresión y/o violencia.
Y llegaron a viejitos juntos,
cuidándose y acompañándose mutuamente.