Hay muchos matrimonios que están viviendo consecuencias de errores del pasado que generaron resentimientos y no las han sanado.
Todos nosotros como seres humanos cometemos errores de muchas clases que generan consecuencias dolorosas.
Cuando cometemos esos errores con nuestro cónyuge, el matrimonio sufre como relación.
Ahora, si hay perdón con arrepentimiento, entonces las consecuencias pueden ser minimizadas.
Pero cuando se guarda un resentimiento y no se sana, entonces se va desarrollando y se puede convertir en una raíz de amargura que es como un veneno que va a dañando las relaciones del matrimonio y toda la familia.
Cuando en un matrimonio hay resentimiento no sanado por situaciones vividas en el pasado, la relación se estanca y se va deteriorando y puede llegar un momento en que sientan hasta odio.
La única salida al resentimiento es sacar a la luz el problema, hablar sinceramente de los sentimientos y tomar la decisión de perdonar y dejar el pasado.
Recuerden que el pasado nunca va a resolver los problemas, pero pedir perdón y perdonar si puede hacer diferente el futuro.
Frecuentemente, es necesario buscar ayuda con guías profesionales calificados y capacitados en el tema de matrimonios y familia para que les puedan ayudar a superar los conflictos y a perdonarse sinceramente.