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sábado, 2 de julio de 2016

AMA DE TAL MANERA QUE...

¿Cómo amar bien?
Amar libre, amor en su libertad de decisión

martes, 4 de mayo de 2010

¿POR QUE SE ACABA EL AMOR?

Porque se comete errores, como pensar que una vez que la relación ha adquirido cierta solidez o cierto tiempo, ya se es dueño de la otra persona, o viceversa.

Porque el hombre se aburre de la mujer cuando ésta comienza a volverse cantaletosa y la vida en el hogar se convierte en un infierno. Ahí ya se ha roto la comunicación.

Porque la mujer se aburre del hombre cuando éste la mira como el reemplazo de su madre, la niñera de sus hijos, la cocinera, la lavandera y el alma de llaves; y para completar la quiere dispuesta en la cama y entrando dinero al hogar igual que él.

Porque al conocerse se muestran falsos comportamientos, como tolerancias excesivas y verdades a medias.

Porque cuando hay problemas generalmente ninguno quiere dar el brazo a torcer.

Porque al principio de la relación nos preocupamos por mostrarnos bellos, interesantes y adecuados, escondiendo los aspectos no tan agradables de nosotros.

Porque a las parejas les da miedo desinhibirse en la intimidad, expresar lo que les gusta, por temor a lo que piense el otro; y prefieren cumplir fantasías sexuales con terceras personas.

Porque no se respetan los espacios, ni se respeta la individualidad profesional y personal del otro.

Porque las parejas se apegan y en su inseguridad sufren y hacen sufrir al otro con sus celos.

Porque se dejan de expresar las cosas que gustan del otro asumiendo que ya lo sabe.

Porque se cree que la otra persona viene a nuestra vida a hacernos felices y que todo será un jardín de rosas; cuando lo cierto es que en toda relación hay desavenencias y disgustos.

Porque se asume que la pareja tiene que actuar, sentir y pensar como el otro, robándoles su propia personalidad.

Porque uno le da poder al otro para dañarlo, cuando decide dejar que le afecten las decisiones, actos y palabras de ese ser que tanto ama.

Porque se tienen tantas carencias afectivas, que se cree que al llegar la media naranja, ésta las va a suplir; cuando la verdad es que cada uno tiene la responsabilidad de llenar su vida de amor.

Porque los seres humanos están convencidos que es normal que con los años las relaciones de pareja se deterioren, cuando es todo lo contrario; con el tiempo si se toman sabias acciones, el amor crece, y al hacer el amor, este se hace con más conciencia y plenitud.

Porque se daña la comunicación y cada vez que se expresa algo, es para ofender y hacer sentir culpable al otro.

La infidelidad es una de las mayores quejas entre hombres y mujeres; cuando se llega a este punto es porque la comunicación se dañó hace muuuuuucho rato.

Porque las parejas se vuelven irrespetuosas con las palabras y con los actos.

Porque las parejas se vuelven tan posesivas que retiran las amistades y hasta familiares del otro, para absorber de manera dañina.

Porque la pareja se convierte en una proveedora de bienes y servicios ante un techo y unos hijos y dejan en un segundo plano lo verdaderamente importante: “El amor que los unió”

Porque las parejas pierden sensualidad, al descubrir sus cuerpos desnudos en la cotidianidad, al hacer actos ordinarios y de mala educación, al dejar de coquetear como se hacía en el noviazgo.

Porque la mujer comienza a sentir apatía para hacer el amor, y el hombre se siente rechazado, y ninguno de los dos habla sobre el tema.

En algunos ocasiones la mujer comienza a sentir esta apatía porque físicamente esta inconforme con su cuerpo y no es capaz de expresárselo al hombre, o porque éste la incentiva tan poquito, y cuando él quiere la acción a ella la toma por sorpresa, haciéndola sentir como un objeto.

Porque se da rienda suelta a la cólera, y se dicen palabras que hieren, dejando una huella imborrable en el corazón del otro.

Porque la pareja asume que los problemas son síntomas de que la relación va mal, cuando las desavenencias son las mejores oportunidades para saber qué se puede mejorar, y volver la relación más fuerte.

Porque las parejas no expresan lo que les molesta y esperan que se llene la taza para reventar, ocasionando a veces hasta daños irreparables, como violencia verbal y violencia física.

Porque las parejas le invierten dinero a una casa, un carro, la ropa, pero rara vez invierte dinero a talleres de superación personal, talleres de pareja, visitar a un terapeuta; porque se creen capaces de arreglar el problema solo.

Es tiempo de recuperar el amor en la pareja, con detalles, con actos de honestidad, de respeto, solidaridad, comprensión y apoyo.

Porque las parejas se duermen en la pasividad, buscando afuera, cuando deben solucionar el problema adentro; ya que las relaciones se construyen con el dialogo, el respeto y la constancia.

Muchas parejas rompen su relación, cuando los problemas que tenían solamente eran de forma; y buscan nuevas parejas, para descubrir que la primera era mucho mejor. Por eso hay que intentar revivir el amor, el respeto y la confianza, antes que terminar en una separación.

Porque la mujer se descuida en su apariencia física creyendo que ya pescó a su hombre y que no necesita conquistarlo más, qué así la acepta.

Porque el hombre también se descuida en su apariencia física y presume que ello lo adora aún con esos kilos de más.

Conquistar es fácil, lo difícil es conservar la conquista, ahí esta el verdadero mérito.

Llegar a la vejez con una buena pareja, no es cuestión de elegir a alguien con quien nos agrade conversar. Es ser más observadores en las reacciones del otro y ponerle un poco de razón y otro poco de corazón a la etapa del enamoramiento, para que cuando este termine, quede el verdadero amor, el real.

http://www.psicologosperu.com/

domingo, 2 de mayo de 2010

PODEMOS SUPERAR UNA RUPTURA

La separación de una pareja es uno de los sucesos más estresantes y difíciles de superar. Hoy quiero compartir algunas reflexiones que espero les ayuden a sanar las heridas del corazón para que puedan pasar la página en algún momento de la vida.

Mientras escribo, pienso que realmente la única medicina que puede calmar el dolor de una ruptura sentimental es el tiempo. En el momento cuando te encuentras en el ojo del huracán... afectado, no hay palabras ni comentarios positivos que puedan serenar tu ansiedad, mucho menos calmar tus emociones, especialmente si fuiste la persona a la que dejaron. Con el tiempo descubrirás que te sucedió por una buena razón... Pues todas las situaciones que vivimos encierran una enseñanza.

Pero no me gustaría que recuerdes, una vez más, todo lo que has vivido... ¡pues ya forma parte del pasado! Te sugiero que distraigas tu mente y que, por unos minutos, te desconectes de la preocupación, el miedo y la rabia que puedas sentir en este instante. ¡Este es el momento de sanar! Abre tu corazón y tu mente para que puedas dar los pasos necesarios para curar tus heridas y recuperar la serenidad y la claridad que te permitan continuar con tu vida. Vamos, yo sé que ha sido intenso y difícil, pero hagamos juntos una reflexión: tú también fuiste partícipe activo de la relación, tomaste decisiones importantes, asumiste responsabilidades con las que cumpliste, llegaste a ser independiente antes del compromiso o durante la relación... ¿Entonces, cómo puedes perder el manejo y el sentido de tu vida tan fácilmente? ¡Siempre puedes volver a comenzar! Eres una persona muy especial... Estoy seguro de que en algún lugar hay otra persona especial esperando el momento de encontrarse contigo para compartir la vida.

No pienses tanto. Deja de darle vueltas en tu cabeza a lo que pudiste hacer que ya no hiciste. Sólo vale la pena si aún estás a tiempo de evitar la separación, en cuyo caso es indispensable que tu pareja esté de acuerdo. No les permitas a tus pensamientos que te lleven a recordar los detalles tristes. Distrae tu mente.

Vive tu duelo. Es natural que te sientas herido y adolorido, en realidad acabas de experimentar una pérdida. Hacerte el fuerte y aparentar que no has sentido nada, pueden llevarte a guardar y reprimir emociones negativas que más tarde se devolverán contra ti. Te sugiero que las dejes salir.

Comparte con un amigo. Hablar con alguien interesado en nuestra historia puede ser terapéutico, pues nos ayuda a liberarnos un poco de la carga. Evita contarle a mucha gente acerca de tu situación para que el comentario negativo de ellos no aumente tu tensión.

No busques culpables. Mientras más insistas en sentirte culpable por lo que pasó, o en hacer culpable a tu pareja, lo único que lograrás será aumentar tu malestar. Piensa que en una relación de pareja ambos son parcialmente responsables de lo que se ha vivido.

No guardes esperanzas. Muchas veces, la razón por la cual el dolor te acompaña por tanto tiempo es porque, en el fondo de tu corazón, todavía conservas la esperanza de que esa persona reconsidere su decisión o revise su comportamiento y regrese. Es preferible soltar... si esa persona es para ti, regresará en otras condiciones.

No tengas miedo. Recupera la confianza en ti mismo. Reconoce tus capacidades y, al mismo tiempo, recuerda que dentro de ti se encuentran las herramientas necesarias para superar esa situación por más difícil que sea. ¡Tú puedes salir de ahí! Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esta situación? Y, con mucha suavidad, permítete aprenderlo.

Perdona. Aunque te parezca muy difícil de hacer... en el momento en
que te sientas más fortalecido, llénate del amor que sientes por algunos
de tus otros seres queridos y perdónale. Vamos, mereces ser libre para que puedas abrirte de nuevo a recibir los regalos y las oportunidades que La Divinidad tiene para ti.

No hay fórmulas mágicas que nos eviten afrontar el problema para poder superarlo. Estas son algunas de las muchas herramientas que pueden ayudarte a reunir la fortaleza, el valor, la fe y el ánimo para levantarte y comenzar de nuevo. ¡Adelante!

http://www.psicologosperu.com/

domingo, 11 de abril de 2010

LA CLAVE PARA UN AMOR DURADERO

Primer Acto: Me lastimaste.
Segundo Acto: Como tu me lastimaste, yo te lastimé.
Tercer Acto: tú me lastimas más porque te acabo de lastimar, entonces yo te lastimo aún más. Después tú me lastimas otra vez, y yo te lastimo de nuevo. Otra vez tú me lastimas porque yo te acabo de lastimar, y yo te lastimó todavía más, etc.

El punto: es fácil portarse frío, humillante e insensible con alguien quien te ha dicho o hecho algo que tú percibes como frío, humillante o insensible.
Pero ése es el punto. Eso es lo más fácil de hacer.

Normalmente la mayoría de la gente no es mala como especie. Simplemente somos débiles.

Se requiere de esfuerzo para poder hablar de forma valiente, consciente, tierna y abierta sobre el dolor que sentimos, antes de que todo nos caiga encima negativamente.
Sí, se requiere de esfuerzo para tomar la vía difícil y poder expresar tus debilidades y tus preocupaciones con sencillez y cariño. Pero este esfuerzo vale la pena. Porque el amor y la conexión son tus verdaderas fuentes de felicidad. No el dinero, ni los zapatos, ni los autos deportivos, y definitivamente tampoco la satisfacción de sentirte bien acerca de alguien o algo. Aunque sé que esta última a veces nos hace sentir que en realidad somos felices, pero al final sólo nos trae más miseria que gloria.

La próxima vez que alguien a quien tú estimas te haga algo malo, haz un esfuerzo, sé valiente y mata a ese monstruo mientras que aún es pequeño.

Con esto en mente, aquí te doy algunas sugerencias de comunicación para que las recuerdes siempre:

1. Escoge el momento y el lugar adecuado.

¿Tienes por lo menos 30 minutos de tiempo sin interrupciones? ¿Estás en un lugar en donde tu pareja siente que él o ella puede hablar abiertamente y sin prejuicios? ¿Acaso estás en un restaurante ruidoso, en donde es difícil escuchar y necesitas gritar, incluso antes de que tu pareja te motive a hacerlo? Normalmente el mejor lugar para hablar es tu propia casa, a solas, en donde pueden sentarse y verse uno al otro, y a los ojos. Muchos psicólogos sugieren tomes de la mano a tu pareja mientras hablan. Esto ayuda a mantener una conexión cálida durante los momentos más difíciles de la conversación.

2. Antes de comenzar una conversación difícil, deja en claro con tu pareja que tu objetivo es sólo mejorar la relación.

Admite que reconoces que hablar de temas difíciles puede resultar incómodo, pero que prefieres tener una conversación difícil ahora, a tener una relación menos íntima, decadente y poco sincera después. Recuérdale a tu pareja cuánto lo/la valoras. Halaga algunas de sus cualidades que aprecies. En general, debes de estar 100% seguro/a de que tu pareja entienda completamente tu objetivo, y que crea que hablando incrementarán su amor, sin lastimarse, y antes de comenzar con la discusión.

3. Si estás disgustado/a con tu pareja por algo en específico, trata de no generalizarlo al decir “Siempre haces esto. Siempre haces aquello”.

Generalizar simplemente intensificará el estado emocional de tu pareja, pues es mucho más vago y poco creíble. Seamos honestos. Un “siempre” es en realidad algo muy poco probable. Los psicólogos están de acuerdo en limitar la plática al evento específico y reciente que los está molestando. Pues hacer ofensas sobre situaciones pasadas es evidencia inadmisible.

4. Sé consciente y trata de empezar la mayoría de tus frases con “Yo”.

Del mismo modo, trata de no empezar las frases con “Tú”.
La meta: sé dueño/a de tus sentimientos. No deshonres a tu pareja. Por ejemplo, trata de decir algo como: “Siento que ayer me estabas ignorando, y esto me ha dolido. Realmente necesitaba tu cariño después de que mi propuesta fue rechazada en la oficina”, en lugar de: “Eres frío/a, desalmado/a, y nunca me ofreces ni un poco de apoyo”.

5. Crea un beneficio obvio para hablar.

Planea algo para que tú y tu pareja quieran hablar de nuevo. En otras palabras, asegúrate de terminar la conversación enlistando conscientemente todas las cosas positivas que han aprendido gracias a la plática. Haz una lista específica de todas las nuevas acciones que ambos intentarán llevar a cabo para mantener la relación tan fuerte y cariñosa como sea posible.
¡Ah...y aquí es cuando la maravillosa recompensa de “sexo de reconciliación” debe de entrar! De esta forma, al terminar con una nota “positiva y gratificante”, la próxima vez que surja una conversación difícil asociarás esto con hablar de cosas positivas como: ¡“Hacer el amor, y no la guerra”!

Karen Salmansohn es consejera de vida y autora de 27 libros famosos, incluyendo los éxitos: “Basta”, “Maldita sea” y “Hasta Dios es soltero (Así que ya no molesten)”.

Notas para recordar:
El no comunicarse es una solución fácil (pero no inteligente) para salir del problema. Admite que algunos aspectos del amor son difíciles.

http://www.psicologosperu.com/

domingo, 21 de marzo de 2010

DARNOS OTRA OPORTUNIDAD

Son varias las etapas que vivimos dentro de una relación de pareja, muchas de ellas más agradables que otras. Pero hay momentos difíciles en los que nos sentimos tan cansados o adoloridos por los problemas que hemos tenido, que experimentamos el deseo repentino de ponerle un punto final a la relación. ¿Valdrá la pena dejarnos llevar en un mal momento por una emoción negativa, para tomar la decisión de romper sentimentalmente, ignorando todos los aspectos positivos que también tiene nuestra relación de pareja? El amor representa el motivo por el cual nos perdonamos y hacemos compromisos de cambiar y mejorar nuestro comportamiento para continuar con la relación.

Las peores decisiones son las que tomamos en momentos donde la emoción nubla nuestra mente, impidiéndonos analizar objetivamente todos los aspectos de una situación. Es preferible esperar, hasta que podamos recuperar la calma y con ella la claridad mental necesaria para hacer nuestra elección. ¿Cuántas veces permitimos que el estrés y la ansiedad con la que vivimos entren al espacio a salvo que compartimos, afectando la comunicación y la armonía que teníamos? Al sentirnos alterados emocionalmente por alguna situación, cambiamos nuestra actitud y comportamiento, hasta el punto en que herimos a nuestra pareja y demás seres queridos. También puede ocurrirnos que el amor se acabe y que no encontremos razones suficientes para continuar al lado de la otra persona, en la que sólo podemos reconocer diferencias y limitaciones. Vale la pena que nos detengamos a considerar la posibilidad de darnos otra oportunidad, sólo si todavía y a pesar de nuestros desacuerdos y malentendidos, seguimos sintiendo verdadero amor el uno por el otro.

La vida en pareja puede ser una maravillosa experiencia, cuando ambos estamos dispuestos a compartir todo lo que somos y tenemos, apoyados en el amor que sentimos y en la confianza de sabernos queridos, valorados y respetados por la otra persona. El bienestar de la relación no depende tanto de que no existan diferencias o conflictos por enfrentar y resolver a lo largo de la convivencia, como de tener la certeza y la confianza de que haremos cuanto sea necesario para mantener y alimentar el amor.

Tal parece que hoy en día el ser humano está menos dispuesto a tolerar, a comprender y a perdonar a los demás. La soledad, la independencia, la autosuficiencia y el libertinaje de algunas personas han hecho que nos volvamos débiles hacia el compromiso, la responsabilidad y la fidelidad. Es posible aun en el medio de un momento tan complicado como éste encontrar y mantener el amor… ¡Yo creo que sí! ¿que piensas tú?

Si te encuentras en la disyuntiva de tener que decidir si te quedas o te vas… te sugiero que no utilices tus inseguridades personales, tus temores, tu economía, o lo que pensarán o sentirán otras personas para justificar tu decisión final, porque lo que realmente está en juego es tu felicidad. ¡Entonces piensa en ti!

Claves para superar una crisis

No tomes la decisión si estás afectado. Es preferible proponer un espacio de tiempo para calmarse y analizar bien la situación, antes de tomar una decisión que pudiera ser definitiva.

Pregúntese qué puede cambiar. Generalmente pensamos que la otra persona es la culpable de todo lo que nos pasa y pocas veces nos detenemos a considerar la posibilidad de que también nosotros hayamos contribuido al deterioro de la relación. Vale la pena abrir la comunicación para saber que necesita o considera el otro.

Pónganse un límite. Una de las razones que hace tan difícil el darnos otra oportunidad, es la falta de compromiso y responsabilidad al hacer nuestras promesas de cambiar. Busquen ayuda profesional si fuese necesario y pongan un límite amplio para estimular el compromiso de trabajar para sanar la relación.

Tome en cuenta todo lo positivo. Valoren todo lo positivo que han construido juntos, los momentos gratos, la familia y por encima de todo el amor que bien pudiera estar oscurecido por la situación personal o económica que estén enfrentando temporalmente.

Si la decisión es darse otra oportunidad… es necesario que se vuelvan a enamorar. Los detalles, las caricias, el cambio de nuestro comportamiento, una buena comunicación y una visión positiva de la relación y del futuro, harán que se encienda la llama del amor.

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martes, 16 de febrero de 2010

FUNCIONES DEL TERAPEUTA DE PAREJAS


  • Ampliar la comprensión sobre la percepción que tiene cada miembro de la pareja, tanto de sí mismo como del otro.

  • Ampliar la comprensión sobre la percepción que tiene cada miembro de la pareja sobre el terapeuta.

  • Ampliar la comprensión sobre la percepción que cada miembro de la pareja tiene sobre el tema por el que consultan.

  • Enriquecer, en base a lo anterior, la construcción relacional del problema.

  • Tomar contacto con las creencias que dificultan y con las que facilitan la capacidad para ponerse en la piel del otro.

  • Reconocer, en esas creencias, los determinantes del género.

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