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lunes, 10 de abril de 2017

EL AMOR ES ACEPTAR QUE...

El amor es aceptar que no somos iguales, que no pensamos exactamente lo mismo y que tu pareja va a hacer muchas cosas de una forma diferente a como tú lo harías. 
Así que, por favor, nada de expresiones como "yo no hubiera hecho eso" (de haber estado en tu lugar), ni "yo nunca haría eso"; ya que tu pareja no eres tú y, en su experiencia de vida, a cada uno le corresponde cometer sus errores, aprender de ellos y corregirlos, A SU MANERA. 
Ni que tú fueras la persona perfecta que nunca se equivoca o quien sabe cómo amar y tu pareja debería amar así igual como tú lo haces.
¡Ni siquiera los gemelos idénticos logran eso!
Amar es respetar la forma de ser y personalidad de tu pareja; y no querer amoldarla a lo que tú consideras que debería ser.
¿O te agradaría que a ti te dijeran cómo debes obrar o comportarte?
Si aceptas que tu pareja puede pensar distinto que tú y hacer las cosas de forma diferente, dejarás de estarle exigiendo que haga las cosas como tú piensas que debería hacerlas, según tú, y te será más fácil aceptar a tu pareja tal cual es.
Claro que puede mejorar, pero a su tiempo.
Además, esa sería una actitud madura, serena y emocionalmente saludable: aceptar que no siempre voy a tener la razón, que puedo equivocarme, por tanto también puedo disculparme y hacer las correcciones respectivas, y mi pareja también.
Es lo adulto por hacer.

viernes, 17 de octubre de 2014

EVITAR PELEAR DELANTE DE LOS HIJOS

Eviten discutir delante de los hijos.
Me da gusto cuando las parejas consultantes
mencionan que nunca vieron discutir a sus padres:
eso significa que dichos padres se cuidaron bastante
de no discutir frente a los hijos,
ya que como toda pareja que ha sido criada
en distintos ambientes, va a haber diferencias de opinión.
Sin embargo, ambos o uno de los dos puede ser
el más consciente, maduro, sensato, espiritual,
a veces uno y a veces el otro,
para darse cuenta de que es necesario arreglar sus diferencias
en otro espacio, saliendo del lugar,
yendo a otra habitación, enviando a los hijos a otra  habitación, etc.
Para las parejas aún solteras y/o sin hijos,
vayan entrenándose en mejorar su comunicación,
sus discusiones para que logren entrenarse en lograr
la estabilidad emocional de ambos como pareja
antes de traer hijos al mundo.
Y para los que ya son padres, hay esperanza:
siempre se puede mejorar
SI UNO ASÍ LO DESEA.
La mejor disciplina (en vez de decirles que no griten)
es mediante el ejemplo de los propios padres 
que no gritan entre sí para solucionar sus dificultades.
Que su infancia sea incluso mejor que la nuestra.