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sábado, 29 de julio de 2017

UN MATRIMONIO FELIZ ES...

Un matrimonio feliz es la unión de dos buenos perdonadores.

sábado, 18 de marzo de 2017

PARA TENER UN BUEN MATRIMONIO...

...hay que enamorarse muchas veces siempre de la misma persona.

jueves, 22 de septiembre de 2016

ANIVERSARIOS DE BODAS: SIGNIFICADOS

Un aniversario es la fecha en que se cumple un número de años exacto desde un suceso importante.
Dentro de los aniversarios personales, la fecha de la boda es uno de los más populares, celebrándose como el comienzo de una nueva etapa en la vida y de un proyecto en común.
Cada año, el aniversario de boda es un momento para recordar entre los contrayentes, siendo tradicional la entrega de un regalo o la realización de una actividad conmemorativa (como una cena fuera del hogar).
Es habitual que los aniversarios se celebren en privado, excepto en los aniversarios Nº 25, 50 y 75, en que se realiza una fiesta con invitados.
También es tradicional que los contrayentes reciban un regalo conmemorativo por parte de sus familiares y amigos.
Para aquellos que profesan alguna religión, es costumbre que se lleve a cabo algún tipo de celebración según sus creencias.
11 años de casados - Bodas de Acero
13 años de casados - Bodas de Encaje
14 años de casados - Bodas de Marfil
16 años de casados - Bodas de Hiedra
17 años de casados - Bodas de Alhelí
18 años de casados - Bodas de Cuarzo
19 años de casados - Bodas de Madreselva
21 años de casados - Bodas de Roble
22 años de casados - Bodas de Cobre
23 años de casados - Bodas de Agua
24 años de casados - Bodas de Granito
26 años de casados - Bodas de Rosas
27 años de casados - Bodas de Azabache
28 años de casados - Bodas de Ámbar
29 años de casados - Bodas de Granate
31 años de casados - Bodas de Ébano
32 años de casados - Bodas de Cobre
33 años de casados - Bodas de Estaño
34 años de casados - Bodas de Amapola
36 años de casados - Bodas de Sílex
37 años de casados - Bodas de Piedra
38 años de casados - Bodas de Jade
39 años de casados - Bodas de Ágata
41 años de casados - Bodas de Topacio
42 años de casados - Bodas de Jaspe
43 años de casados - Bodas de Ópalo
44 años de casados - Bodas de Turquesa
46 años de casados - Bodas de Nácar
47 años de casados - Bodas de Amatista
48 años de casados - Bodas de Feldespato
49 años de casados - Bodas de Circón
51 años de casados - Bodas de Camelia
52 años de casados - Bodas de Turmalina
53 años de casados - Bodas de Cerezo
54 años de casados - Bodas de Cibelina
55 años de casados - Bodas de Esmeralda
56 años de casados - Bodas de Lapislázuli
57 años de casados - Bodas de Azalea
58 años de casados - Bodas de Acer
59 años de casados - Bodas de Visón
61 años de casados - Bodas de Plátano
62 años de casados - Bodas de Marfil
63 años de casados - Bodas de Lila
64 años de casados - Bodas de Astracán
65 años de casados - Bodas de Platino
66 años de casados - Bodas de Jazmín
67 años de casados - Bodas de Chinchilla
68 años de casados - Bodas de Cielo
69 años de casados - Bodas de Larix
70 años de casados - Bodas de Titanio
75 años de casados - Bodas de Brillantes
80 años de casados - Bodas de Roble
85 años de casados - Bodas de Mármol
90 años de casados - Bodas de Granito
95 años de casados - Bodas de Ónix
100 años de casados - Bodas de Hueso

miércoles, 10 de agosto de 2016

EL MATRIMONIO COMO FRUTO MADURO DEL AMOR

El Matrimonio es el primer fruto maduro del amor.
Que deberá seguir creciendo siempre.
Un buen matrimonio se prepara a lo largo de un noviazgo en serio,
en el que se den a conocer con sinceridad.
y empiecen a aprender a amarse de veras,
respetándose y complementándose mutuamente.
Deben aprender a crecer en su intimidad
como fruto y expresión de su mutuo amor.
Y cultivarse siempre para nunca dejar de crecer.

martes, 15 de marzo de 2016

viernes, 5 de marzo de 2010

Y VIVIERON FELICES...

Nos gustaría que la felicidad y el amor nos acompañaran a vivir toda la vida... Muchas personas han llegado a pensar que son una utopía; tal vez marcados por el dolor de una ruptura, y que sólo existen en la mente de aquellos que los desean.

Estoy seguro que cuando te casaste lo hiciste pensando en que sería para siempre y tal vez hoy te encuentres como una persona que me escribió hace poco y que acaba de tomar la decisión de divorciarse de su esposo después de muchos años de casados. Tienen un hijo, una casa que consiguieron con el esfuerzo y el trabajo de ambos y una cantidad de recuerdos y momentos compartidos con ilusión y sentimiento.

La primera reacción es pensar que todo es una pesadilla y que realmente no te está sucediendo. Más tarde viene la negación acompañada de un gran sentimiento de confusión: Esto no me está pasando a mí, tiene que haber una equivocación en alguna parte... aun, cuando tu cabeza fría y sin sentimientos te muestra los hechos. Lo próximo es el dolor, esa sensación que pareces no aguantar dentro del pecho, que te quita el sueño, las ganas de comer, te roba la alegría y hasta las ganas de vivir. Por último aparece el temor, ese sentimiento que se alimenta de todos tus pensamientos negativos, de las imágenes nefastas de todo lo que supones que te ocurrirá a ti y a tus hijos producto de esta separación. Es así como el sufrimiento se instala en tu interior avivado por el círculo que se genera entre tus pensamientos y temores.

Te conviertes entonces en la resistencia más fuerte a vencer, pues cada vez que algún ser querido se acerca para compartir contigo palabras alentadoras y positivas, respondes o piensas: Es que no comprenden lo que siento, es que no están en mi situación.

Tienes razón de sentirte adolorido y molesto con la vida, después de todo esta es una de las pérdidas más grandes que puedes experimentar, sobre todo si estabas enamorada de verdad, tenías la fantasía de que era recíproco y que sería para siempre. Aun así, estoy segura de que llegará ese instante mágico en que te sientas lo suficientemente fortalecida como para cerrar ese capítulo de tu vida, trabajar el perdón, pasar la página y comenzar a vivir de nuevo con confianza y alegría.

Yo sé que en este momento observas frente a ti un panorama incierto y que desconfías del efecto real que tienen mis palabras y las de todas las personas que tratan de apoyarte para que salgas de nuevo a la superficie de la vida, es natural, te tomará tiempo comprobarlo. Estoy seguro que lo superarás y que en un tiempo te preguntarás por qué no te diste cuenta de todas las señales que estuvieron presente durante la última etapa de la relación. ¡Gracias a Dios, todo pasa!

Definitivamente es diferente la situación, cuando eres tú quien toma la decisión de separarse con serenidad y responsabilidad; quiero decir habiendo tratado de solucionar los conflictos o las diferencias entre los dos y sin haberlo logrado. En cambio, si lo haces porque el comportamiento de tu pareja te obliga a tomar una decisión como esa, tu dolor será parecido al de la persona que abandonan en contra de sus sentimientos.

Vamos, ¡tú puedes levantarte de ahí! Vive tu duelo con intensidad, llora todo lo que necesites, hazlo hasta que ya no te queden lágrimas. Comparte tu tristeza con tus amigos verdaderos o con tu familia si sabes que puedes apoyarte en ellos, porque no te enjuiciarán, no te presionarán para que rectifiques tu decisión, sino que comprenderán y respetarán tu proceso dándote el cariño y la protección que necesites.

Hay personas que silenciosa y estoicamente soportan el dolor sin darse el permiso de liberarlo y pedir ayuda para superarlo. Espero que no seas tú una de esas personas. Mereces otra oportunidad, concédetela con gentileza.

Para recordar:

- Lo más importante para la estabilidad de tus hijos es tu recuperación emocional.

- Deja de darle vueltas una y otra vez en tu cabeza a los recuerdos amargos. No te sientas víctima.

- Es natural que experimentes temor de continuar tu vida solo.

- Si tu decisión es terminar, no guardes expectativas de continuar con la relación, porque así te harás menos daño.

- No involucres a tus hijos en el proceso. No los obligues a tomar partido. Ambos seguirán siendo sus padres.

- Cada vez que te asalten los miedos, repítete a ti mismo: "Yo puedo superar esta situación por difícil que sea", "Yo puedo continuar adelante con mi vida", "Vamos a estar muy bien". La repetición de frases afirmativas y positivas te ayudará a tener la fortaleza, el valor y la confianza para salir adelante.

- Recuerda que nunca estás solo, la presencia de Dios te acompaña siempre. Piensa que tienes la oportunidad de madurar y descubrir un nuevo significado del amor y la felicidad, que tendrás la oportunidad de compartir con tus hijos cuando te vuelvas a enamorar.

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